lunes, 27 de julio de 2020

SAN ERASTO, OBISPO Y MÁRTIR. — 26 de julio.





   Cuando el apóstol san Pablo empezó a predicar el evangelio, este santo que era natural de Corinto y desempeñaba en la misma ciudad el cargo de tesorero, convencido de las razones con que el apóstol probaba la verdad de la religión del Crucificado, se convirtió a ella. Hecho discípulo de san Pablo le siguió á Jerusalén, y consagrado obispo en aquella ciudad fué enviado a la ciudad de Filippis en Macedonia. Después de convertidas por su celo multitud de gentes, murió martirizado a fines del siglo primero. San Pablo hace memoria de él en su carta a los romanos, y en la segunda á Timoteo. 



LA LEYENDA DE ORO (1839).


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