jueves, 30 de junio de 2022

MARTIROLOGIO ROMANO: DÍA 30 DE JUNIO.


 






—La Conmemoración de san Pablo, apóstol.

 



—San Marcial, obispo, con dos presbíteros, llamados Alpiniano y Austricliniano, en Limoges de Francia; cuya vida fue muy ilustre por sus milagros.





—Los santos mártires Cayo, presbítero, y León, subdiácono, en el mismo día.

 




—El martirio de san Basílides, en Alejandría, en tiempo del emperador Severo; el cual habiendo librado de la insolencia de unos hombres impúdicos a santa Potamiena, virgen cuando la conducían al suplicio, recibió de la misma Santa la recompensa de su religioso servicio, apareciéndosele tres días después, y poniéndole sobre la cabeza una corona; con lo cual se convirtió a Jesucristo, y por su intercesión alcanzó también la gracia de morir mártir en un breve combate.

 




—Santa Lucina, discípula de los Apóstoles, en Roma; la cual con su hacienda proveía a las necesidades de los Santos, visitaba a los cristianos encarcelados, y se ocupaba en dar sepultura a los Mártires, junto a los cuales fue sepultada en una gruta que ella había hecho construir.

 




—Santa Emiliana, mártir, también en Roma. (Vivió esta Santa en los primeros tiempos del cristianismo, puesto que en Roma existía ya una iglesia bajo su invocación antes del año 400. Por unos versos antiguos se sabe que después de sufrir varios tormentos fue por último degollada).

 




—San Ostiano, presbítero y confesor, en territorio de Vivares. (Fue discípulo de san Policarpo y compañero de san Benigno).

 

 

 

 

—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.

 

 

Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

 

 

 

AÑO CRISTIANO

POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).

Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la misma Compañía.

 


martes, 28 de junio de 2022

MARTIROLOGIO ROMANO: DÍA 28 DE JUNIO.


 






—La vigilia de san Pedro y san Pablo, apóstoles.






—San Leon II, papa, en Roma.

 





—San Irineo, obispo y mártir, en Lyon de Francia; el cual, como escribe san Jerónimo, fue discípulo de san Policarpo, obispo de Esmirna, y casi contemporáneo de los Apóstoles: combatió enérgicamente a los herejes de su tiempo con su palabra y sus escritos; y en la persecución de Severo recibió la corona de un glorioso martirio, juntamente con casi todo el pueblo de su ciudad.

 



—Los santos mártires Plutarco, Sereno, Heraclidas, catecúmeno, Eron, neófito, otro Sereno, Raída, catecúmena, Potamiena, y Marcela, su madre, en Alejandría, en la misma persecución de Severo; entre los cuales se señaló la virgen Potamiena, padeciendo indecibles e innumerables tormentos en defensa de su virginidad, y después otros no menos crueles e inauditos por defender la fe, hasta que la quemaron junto con su madre.




 (Santa Potamiena era esclava de condición, y debió su instrucción á Orígenes. Su propio dueño fue el que, concibiendo violentos deseos de abusar de su pureza, y no pudiendo conseguirlo a pesar de sus artificios, amenazas y promesas, la entregó él mismo al prefecto, que la condenó al martirio).

 


—San Papio, mártir, en el mismo día; el cual en la persecución de Diocleciano fue azotado y echado en una caldera de aceite y grasa hirviendo, y después de haber sufrido otros horribles tormentos, consiguió la corona del martirio muriendo degollado.

 




—San Benigno, obispo y mártir, en Utrecht.

 




—San Argimiro, monje, en Córdoba, el cual en la persecución de los moros dio la vida por la fe de Jesucristo.

 




—San Paulo I, papa y confesor, en Roma. (Era natural de Roma, y habiendo abrazado el estado eclesiástico, por sus virtudes mereció ser elevado a la silla de san Pedro: fue sucesor del papa Esteban II en el año 757. El rey Pipino le dio auxilios para rechazar las vejaciones de Didíer, rey de los lombardos, y de otros enemigos no menos formidables. Paulo I murió santamente en el año 767 después de haber gobernado con admirable santidad la Iglesia universal, e inmortalizado su memoria con las fundaciones de varios establecimientos de beneficencia, algunas iglesias y otros monumentos de piedad).

 

 

—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.

 

 

Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

 

 

 

AÑO CRISTIANO

POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).

Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la misma Compañía.

 



sábado, 25 de junio de 2022

MARTIROLOGIO ROMANO: DÍA 25 DE JUNIO.

 









—Santa Eurosia u Orosia, Virgen y Mártir: En la persecución que movió contra los cristianos en España el rey moro de Córdoba Abderramén, entre las ilustres víctimas que llevó al cielo fué una santa Eurosia, que derramó su sangre por Jesucristo en una ciudad del reino de Aragón, durante el siglo VIII. Su sagrado cuerpo fué trasladado a la catedral de Jaca, donde se venera con gran devoción.

 




—San Guillermo, confesor, padre de los ermitaños del Monte-Virgen, en territorio de Guleto junto a Nusco.

 




—El tránsito de san Sosipatro, discípulo del apóstol san Pablo, en Berea. (Habiendo sido enviado por el mismo apóstol san Pablo a predicar el Evangelio a la isla de Córcega, fue después obispo de Iconio. Vuelto después a Córcega, Cercilino, rey de la isla, mandó que fuese atormentado juntamente con siete ladrones, a los cuales había convertido estando en la cárcel, pero mientras los Santos estaban sufriendo, bajó fuego del cielo que consumió a los dos hijos y a la esposa del Rey. En vista del milagro, el Rey invoco al Dios de Sosipatro, y después fue bautizado).

 




 —Santa Lucia, virgen y mártir, con otros veintidós en Roma. (Esta Santa era de Urbina, y fue llevada a Roma para satisfacer la sensualidad del emperador; y como negase a ello, diciendo que estaba desposada con Jesucristo, fue atormentada, y luego degollada juntamente con otros veintidós mártires en el año 301)

 




—San Galicano, mártir y cónsul, en Alejandría; exaltado a la honra del triunfo, y privado del emperador Constantino. Le convirtieron a la fe de Jesucristo los santos Juan y Pablo, y se retiró con san Hilarino a Ostia, en donde se dedicó todo a la hospitalidad y al servicio de los enfermos; lo cual, divulgándose por todo el mundo, venían muchos de diversas partes a ver al que de patricio y cónsul se bajaba a lavar los pies a los pobres, a ponerles la mesa, a lavarles las manos, y a servirles con mucho cuidado en sus enfermedades; y se ejercitaba en todas las demás obras de misericordia. Desterrado de Ostia por orden de Juliano Apóstata, se fué a Alejandría, en donde forzándole el juez Rauciano a que adorase a los ídolos, lo rehusó con constancia, por cual lo mandó degollar, y consiguió la corona dci martirio.

 



—Santa Febronia, virgen y mártir, en Sibápolis de Siria, la cual, en la persecución de Diocleciano, por conservar la fe y la castidad, por mandato del presidente Lisímaco, primeramente, fue azotada con nervios, y atormentada en el potro, después descarnada con peines de hierro, y echada en el fuego; finalmente habiéndola arrancado los dientes y cortado los pechos, por último, la degollaron, y adornada de tantas joyas de tormentos, voló a su Esposo.

 




—San Antidio, obispo y mártir, en Besanzon de Francia, al cual dieron muerte los vándalos por defender la fe católica.

 




—San Próspero de Aquitania, obispo de Reggio, en ésta misma ciudad; ilustre en erudición y piedad, el cual combatió acérrimamente contra los Pelagianos en defensa de la fe católica.

 




—San Máximo, obispo y confesor, en Turín, famoso por su saber y santidad. (Fue otra de las luminosas antorchas del siglo V. Asistid al concilio de Milán en el año 451, y al de Roma en tiempo del papa Hilario en el de 465, suscribiendo en este último después del Papa. Poco después de este año murió, dejando un número considerable de homilías, de las cuales se han sacado varias lecciones para insertar en el Breviario. En su homilía sobre unos santos Mártires dice: «Todos los Mártires deben ser honrados por nosotros, pero especialmente aquellos cuyas reliquias poseemos. Nos asisten y ayudan con sus preces, nos defienden a nosotros y a nuestros cuerpos en esta vida, y nos reciben cuando partimos de ella para la otra»).

 




—San Adelberto, confesor, en Holanda, discípulo de san Vilibrordo, obispo.

 

 

 

AÑO CRISTIANO

POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).

Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la misma Compañía.