miércoles, 29 de julio de 2020

SAN ACACIO, MÁRTIR. —28 de julio.





   Vivía en Mileto en tiempo del emperador Licinio. Habiendo sido acusado de cristiano, lo rasuraron todo el cuerpo y lo mandaron al pretor Terencio para que lo castigase. Le metió este en un gran caldero lleno de pez, aceite y cebo derretidos, del cual salió sin recibir lesión. Después fué conducido al templo, y con sus oraciones hizo que todos los ídolos cayesen hechos pedazos, por cuya acción lo metieron dentro de un horno encendido que tampoco le causó daño, hasta que a palos y a sablazos le molieron la cabeza, y voló al cielo.



LA LEYENDA DE ORO. —1839.

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