lunes, 25 de abril de 2022

Martirologio Romano 25 de abril.

 

SAN MARCOS,

Evangelista

 

hacia el año 74 en Alejandría

 

Patrono de abogados; notarios; cautivos; presos; 

cristaleros; vidrieros; leones. Protector contra 

picaduras de insectos; impenitencia.





 

Tú, entre tanto, vigila en todas las cosas, soporta 

las aflicciones, desempeña el oficio de 

evangelista, cumple tu ministerio.

(2 Timoteo 4, 5)

 

 

Fiesta de san Marcos, evangelista, que en primer lugar siguió a san Pablo, en Jerusalén, en el trabajo apostólico, y más adelante siguió los pasos de san Pedro, que lo llama su hijo.

 




Conmemoración de san Aniano, obispo de Alejandría, en Egipto, que, como narra Eusebio, desde el octavo año de Nerón fue el primer sucesor de san Marcos en el episcopado de esa ciudad, que gobernó durante veintidós años, y que fue un hombre de Dios y admirable en su comportamiento.

 




En Dorostoro, en Mesia (hoy Rumanía), santos Pasícrates y Valencio, mártires, que, por confesar a Cristo como único Dios, sometieron decididos sus cuellos a la espada.

 




En Agen, en Aquitania, san Febadio, obispo, que escribió un libro contra los arrianos y protegió a su grey de la herejía.

 




En Antioquía, en Siria, san Esteban, obispo y mártir, que sufrió por parte de los herejes que rechazaban el Concilio de Calcedonia, y en tiempo del emperador Zenón murió al ser arrojado al río Orontes.

 




En Vienne, en Burgundia, san Clarencio, obispo.

 




En Lobbes, de Brabante, en Austrasia, santo Erminio, abad y obispo, que sucedió a san Usmaro y se distinguió por su vida de oración y por su espíritu de profecía.

 




En la región de Piacenza, en la Emilia, santa Franca, abadesa, que ingresó en la Orden Cisterciense y pasaba las noches en oración ante Dios.

 




En Aosta, en los Alpes Graios, beato Bonifacio Valperga, obispo, insigne por su caridad y su humildad.

 




En la isla de Wight, en Inglaterra, beatos Roberto Anderton y Guillermo Marsden, presbíteros y mártires, que durante la persecución bajo el reinado de Isabel I fueron condenados a la pena capital por ser sacerdotes y por haber desembarcado, a causa de un naufragio, en Inglaterra, aceptando el martirio con ánimo sereno y decidido.

 




En la aldea de Remedello, en la región de Brescia, en Italia, san Juan Piamarta, presbítero, que, en medio de graves dificultades, inició el Instituto de los Pequeños Artesanos de Brescia en una colonia agrícola cercana, donde daba formación religiosa a los jóvenes, así como un oficio.

 




En Antigua, cerca de Guatemala, en América Central, san Pedro de Betancur, religioso de la Tercera Orden de San Francisco, que, bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Belén, se entregó ejemplarmente a cuidar a huérfanos, mendigos, enfermos, jóvenes abandonados sin formación, peregrinos y también a condenados a trabajos forzados.

 

 

 

 

 

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

 

R. Deo Gratias.

 

 

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.

 

 

viernes, 22 de abril de 2022

Martirologio Romano 22 de abril.

 

SANTOS SOTERO 1

Y CAYO 2,

 

Papas y Mártires

1: n. Fondi, Italia; hacia el año 175

2: † hacia el año 296

 

 


 

Las aflicciones tan breves y tan ligeras de la vida 

presente

nos producen el eterno peso de una sublime e 

incomparable gloria.


(2 Corintios 4, 17)

 

 




En Roma, san Sotero, papa, del que san Dionisio de Corinto alaba su egregia caridad hacia los hermanos y a los extranjeros necesitados y oprimidos por la necesidad o condenados a las minas.

 




En Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, sepultura de san Cayo, papa, que, escapando de la persecución del emperador Diocleciano, murió como confesor de la fe.

 




En Constantinopla, nacimiento para el cielo de san Agapito I, papa, que trabajó enérgicamente para que los obispos fuesen elegidos libremente por el clero de la ciudad y se respetase la dignidad de la Iglesia.

 




En la aldea de Siceone, en Galacia (actual Turquía), san Teodoro, obispo y hegúmeno, que desde la infancia se distinguió por su amor a la soledad, abrazando una vida austera, y obligado a aceptar su ordenación como obispo de Anastasiópolis, insistió ante el patriarca de Constantinopla para ser dispensado de su cargo y volver a su amada soledad.

 




En Basto, en Portugal, santa Senorina, abadesa, de la que se narra que, por su intercesión, Dios proveyó de pan a las monjas que pasaban necesidad.

 



En Lyon, de la Galia, san Epipodio, que, detenido con su amigo Alejandro de Lyon, consumó su martirio al ser degollado, después de la muerte de otros cuarenta y ocho mártires.

 




En Alejandría, en Egipto, conmemoración de san Leónides (León), mártir, que bajo el emperador Septimio Severo fue muerto a espada por su fe en Cristo, dejando a su hijo Orígenes aún niño.

 




Conmemoración de san Maryahb que significa “El Señor hace”, corepíscopo y mártir en Persia, que bajo la persecución desencadenada por Sapor II, durante la octava de Pascua sufrió el martirio por Cristo.

 




En Sens, de Neustria, san León, obispo.

 




En la región de Séez, en Neustria, santa Oportuna, abadesa, célebre por su abstinencia y austeridad.

 

 

 

 

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

 

R. Deo Gratias.

 

 

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.

jueves, 21 de abril de 2022

Martirologio Romano 21 de abril.

 

SAN ANSELMO,

Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

 

n. 1033 en Aosta, Italia;

21 de Abril de 1109 en Cantórbery, Inglaterra

 


 

 

El humo de sus tormentos estará subiendo por los 

siglos de los siglos,

sin que tengan descanso ninguno de día ni de 

noche.

(Apocalipsis 14, 11)

 

 

 



En Alejandría, en Egipto, san Aristo, presbítero y mártir.

 




En el monte Sinaí, san Anastasio, hegúmeno, que defendió incansablemente la fe ortodoxa ante los monofisitas y escribió obras destinadas a la salvación de las almas.

 




En el monasterio de Applecroos, en Escocia, san Maelrubha, abad, el cual, oriundo de Irlanda y monje de Bangor, fundó un monasterio de misioneros, desde el que distribuyó, durante cincuenta años, la luz de la fe a la población de aquellas regiones.

 




En Canterbury, Inglaterra, san Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia.

 




En Cervere, cerca de Fossano, en el Piamonte, beato Bartolomé Cerveri, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que luchó por defender la fe católica y la confirmó al morir atravesado por lanzas de herejes.

 

 

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires 

Confesores, y santas Vírgenes.

 

R. Deo Gratias.

 

 

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de 

Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints 

Index.

 

Martirologio Romano 20 de abril.

 

SAN TEÓTIMO,

Obispo y Confesor

 

hacia el año 403

 




 

¿Tan necios sois, que, habiendo comenzado por 

el Espíritu,

termináis ahora en la carne?

(Gálatas 3, 3)







 

En Roma, santos Sulpicio y Serviliano, mártires, enterrados en el segundo miliario de la Vía Latina.

 

 



En Roma, san Aniceto, papa, que recibió fraternalmente como huésped insigne a san Policarpo, para tratar juntos acerca de la fecha de la Pascua.

 




En Constantinopla, san Teodoro, que fue llamado “Triquino” por el áspero cilicio con que se cubría, y condujo una admirable existencia en la soledad.

 




En Córdoba, en la Hispania Bética, san Secundino, mártir. Mártir en Córdoba, durante la persecución de Diocleciano.

 




En Embrún, en la Galia, san Marcelino, primer obispo de esta ciudad, el cual, oriundo de África, convirtió a la fe de Cristo la mayor parte de la población de los Alpes Marítimos, siendo ordenado obispo por san Eusebio de Vercelli.

 




En Antioquía de Siria, san Anastasio, obispo y mártir, que durante el reinado del emperador Focas fue asesinado cruelmente por unos sicarios.

 




En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Marciano, monje.

 




En la región de Laurino, cerca de Pesto, en la Campania, santa Heliena, virgen, la cual, consolidada en el seguimiento de Cristo, abrazó una vida solitaria, en la que sirvió constantemente a Dios en las necesidades de los religiosos y de los enfermos.

 




En Osnabrück, en Sajonia, san Vihón, obispo, que, siendo oriundo de Frisia, fue enviado por el emperador Carlomagno como abad para evangelizar la región y, ordenado obispo de esta Iglesia, tuvo que sufrir mucho por Cristo.

 




 En Montepulciano, de la Toscana, santa Inés, virgen, fundadora y abadesa.

 


Jaime Bell 


Juan Finch


 
En Lancaster en Inglaterra, beatos Jaime Bell y Juan Finch, mártires: el primero, sacerdote, después de veinte años en otra confesión, la exhortación de una devota mujer le hizo reconciliarse con la Iglesia católica; el otro, padre de familia, campesino y catequista, por su fe sufrió durante muchos años la cárcel, el hambre y otros sufrimientos; ambos alcanzaron juntos el eterno gozo bajo la reina Isabel I.

 

 


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

 

R. Deo Gratias.

 

 

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.