jueves, 4 de agosto de 2022

MARTIROLOGIO ROMANO: DÍA 4 DE AGOSTO.


 






—Santo Domingo, confesor, fundador del Orden de Predicadores, varón muy esclarecido por su santidad y milagros, el cual conservó perpetua virginidad, y por la singular gracia de sus merecimientos resucitó tres muertos, en Bolonia. Habiendo reprimido las herejías con su predicación, é instruido a muchos en la vida cristiana y religiosa, murió en paz el día 6 de este mes; pero su festividad se celebra en este di por una constitución de Paulo IV.

 




—En la aldea de Ars, diócesis de Belley en Francia, el tránsito de san Juan Bautista María Vianney, Presbítero y Confesor, insigne en el ministerio parroquial, a quien el Papa Pío XI puso en el número de los Santos y le instituyó celestial Patrono de todos los Párrocos. Su fiesta se celebra el 8 de Agosto.

 




—El martirio de san Aristarco, discípulo y compañero inseparable del apóstol san Pablo, en Tesalónica: san Pablo en su carta a los colosenses dice estas palabras: «Os saluda Aristarco, mi compañero en la prisión.» El mismo Apóstol le ordenó obispo de los tesalonicenses, y después de largos tormentos en tiempo de Nerón, descansó en paz coronado por Cristo.

 




—El martirio de san Tertulino, presbítero y mártir, en Roma en la vía Latina; el cual en tiempo del emperador Valeriano, después de haberle cruelísimamente apaleado, y abrasádole los costados, y quebrantádole el rostro a golpes, extendiéndole en el potro, y cortándole los nervios, por último, le degollaron, con lo cual consumó el martirio.

 




—San Eleuterio, mártir, senador en Constantinopla; el cual en la persecución de Maximiano fue degollado por confesar a Jesucristo.

 




—Las santas mártires Ía y sus compañeras, en Persia; las culés en tiempo de Sapor, rey de los persas, por diversos suplicios alcanzaron el martirio con otros nueve mil cristianos.

 




—San Protasio, mártir, en Colonia. (Los Bolandistas se inclinan a creer que es el mismo san Protasio que se celebra con san Gervasio el día 19 de junio).

 




—San Agabio, obispo y confesor, en Verona.

 




—San Eufronio, obispo, en Tours. (San Gregorio de Tours, que fue por muchos años testigo de las virtudes de este Santo, dice que estuvo favorecido con el don de milagros, y que fue admirable en todo hasta su dichosa muerte, acaecida en el año 572).

 




—Santa Perpétua, en Roma; la cual bautizada por el apóstol san Pedro, convirtió a la fe a su hijo Nazario y a africano, su marido, y dio sepultura a muchos cuerpos de santos Mártires; finalmente llena de méritos y de buenas obras murió en el Señor.

 

 

 

—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.

 

 

Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

 

AÑO CRISTIANO

POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).

Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la misma Compañía.

 


miércoles, 3 de agosto de 2022

LA INVENCIÓN DEL CUERPO DE SAN ESTEBAN. —3 de agosto (En el año 415)



 

   Con haber sido tan ilustre en la Iglesia primitiva el glorioso protomártir san Esteban, estuvo su santo cuerpo largo tiempo escondido, hasta que el Señor se dignó revelarlo en tiempo de los emperadores Honorio y Teodosio el Menor su sobrino, el año 415 de nuestra salud.

  




   Se hizo esta revelación a Luciano presbítero, el cual refiere todo lo que en ella pasó en una carta escrita en griego, donde dice: “Que estando él durmiendo en un lugar del bautisterio, donde solía dormir para mejor guardar la iglesia y ocurrir presto a las necesidades de los fieles de su parroquia, despertó viendo un súbito resplandor, y le apareció un venerable anciano en traje de sacerdote, el cual le mandó que buscase los cuerpos santos, que estaban en cierta heredad de aquella aldea, y los colocase en otro lugar más decente. Preguntó Luciano al venerable viejo quién era, y cuyos eran aquellos cuerpos. Y él respondió que era Gremaliel, el que había enseñado a san Pablo apóstol de Jesucristo, y que el que estaba en el monumento con él a la parte de Oriente era el bendito mártir san Esteban, que fue apedreado de los judíos, cuyo cuerpo él había hecho recoger y enterrar en aquella heredad suya, y que en otro lucillo y sepulcro estaba el cuerpo de Nicodemus, al cual, por ser discípulo de Cristo, los judíos habían anatematizado y desterrado de la ciudad, y él le había recogido en su casa y dado todo lo que había menester todo el tiempo que vivió, y después de muerto le sepultó honoríficamente junto a san Esteban”.

 




   Con las señas que recibió del santo anciano Gamaliel, fue Luciano a Jerusalén a dar cuenta de todo al obispo; el cual dio orden que se buscasen los santos cuerpos en el lugar señalado; y en efecto, cavando en él, hallaron tres sepulcros en cuyas piedras se leía en letras siríacas: Esteban, Nicodemus, Gamaliel. Divulgándose luego esta noticia, vino el obispo de Jerusalén, llamado Juan, acompañado de Eleuterio, obispo de Sebaste, y otro Eleuterio, obispo de Jericó, y del clero y gran muchedumbre de fieles; y abriendo el sepulcro donde estaba el cuerpo del glorioso san Esteban, comenzó a temblar la tierra y salir un suavísimo olor y fragancia celestial de aquel sagrado cuerpo, tan extremada que a los que presentes se hallaban les parecía estar en el paraíso. Dieron todos voces de alabanza a Dios, y más cuando por la virtud de aquellas sagradas reliquias sanaron setenta y tres enfermos de varias dolencias.

 

   Trasladaron los santos cuerpos en solemnísima procesión a Jerusalén, donde fueron colocados en preciosas urnas; hasta que Teodosio el Joven quiso que el de san Esteban pasase a Constantinopla; y poco después el papa Gelasio I lo hizo trasladar a Roma y depositar en la basílica edificada con nombre de san Lorenzo.

 

 



Reflexión: El sapientísimo doctor de la Iglesia san Agustín hacía en sus sermones mención honorífica de esta maravillosa invención del cuerpo de san Esteban, y de los milagros sin cuento con que quiso el Señor glorificar a su protomártir, no solo en Jerusalén, sino en todas partes, a donde se llevaba alguna parte de sus preciosas reliquias. Donde se ve con cuánta razón celebra la Iglesia católica el descubrimiento de este gran tesoro, para hacernos dignos de las mercedes que podemos alcanzar por los méritos del Santo.

 

 

Oración: Concédenos, Señor, la gracia de imitar al santo cuya fiesta celebramos, para que aprendamos por su ejemplo, a amar también a nuestros enemigos, ya que celebramos la Invención de aquel santo que supo rogar por sus mismos perseguidores a Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

 

FLOS SANCTORVM

 DE LA FAMILIA CRISTIANA