miércoles, 29 de julio de 2020

LOS SANTOS SIMPLICIO, FAUSTINO, Y BEATRIZ, HERMANOS MÁRTIRES. —29 de julio.




   El mismo dia de santa Marta hace la santa Iglesia conmemoración de los santos mártires, Simplicio, Faustino y Beatriz, su hermana, los cuales murieron en Roma por la fe de Cristo en la persecución de los emperadores Diocleciano y Maximiano. Simplicio y Faustino fueron presos, y visto que estaban muy constantes en la fe, un vicario del emperador los mandó atormentar, y después degollar, y echar sus cuerpos en el río Tíber. Su santa hermana Beatriz los recogió y les dio sepultura, y después se retiró en casa de una santa viuda, llamada Lucina, que de día y de noche, no se ocupaba sino en oración, penitencia y obras de piedad. Siete meses duró esta santa compañía; mas permitió el Señor que un hombre poderoso, llamado Lucrecio, se cegase con la codicia, y pretendiese quitar a santa Beatriz una heredad que tenía, para juntarla con otra suya. Para poderlo hacer más fácilmente, y sin costa suya, entendiendo que era cristiana, la hizo llamar para que sacrificase a los dioses, y como ella claramente confesase que era cristiana, y que de ninguna manera adoraría a los dioses de palo y piedra, la hizo echar con la cárcel, y de noche darle garrote. Con este género de muerto la gloriosa virgen y mártir Beatriz pasó de esta vida mortal a la eterna, y su santa compañera Lucina enterró su cuerpo junto a los de Simplicio y Faustino, sus hermanos; y después el papa León, II de este nombre, edificó un suntuoso templo en Roma, y trasladó a él los cuerpos de estos santos mártires. Mas para que se vea, cuan mal suceden los consejos que se toman con la codicia, y que el Señor al cabo descubre y castiga las marañas y artificios de los hombres malvados; es bien que se sepa, que Lucrecio, después de la muerte de santa Beatriz, se apoderó de su posesión y heredad (que fué el motivo de hacerla matar, aunque con achaque y color de religión), y el dia que se apoderó de ella, hizo un convite solemne a algunos amigos suyos, y estando en el con mucha chacota y alegría mofándose de los santos mártires y no cabiendo de placer, y por verse señor de la hacienda de ellos; se halló presente una mujer con un niño en los brazos; a quien daba el pecho; y el niño, movido de Dios, con voz clara y que todos le entendieron, dijo: Oye, Lucrecio, mataste y poseíste y caíste en manos de tu enemigo. Quedó pasmado Lucrecio, perdió el color y se le heló la sangre, entró luego el demonio en él; le atormentó cruelmente por espacio de tres horas, y espiró con gran daño de su alma, y gran provecho de muchos, que con este ejemplo entendieron que hay premio para el bueno, y castigo para el malo; y que Dio quita la máscara al embusto y artificio, y lo que se alcanza por malas mañas, es cuchillo y veneno, para el que usa de ellas para alcanzarlo.   


   Celebra la Iglesia fiesta de estos santos en 29 de julio que fué el dia de su martirio, año del Señor de 302, imperando Diocleciano y Maximiano. Hacen mención de ellos todos los Martirologios, el romano, el de Beda, Usuardo, y Adon: y en los actos de san Antimio, mártir, se escribe la suma de su martirio.



LA LEYENDA DE ORO (1839).

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