martes, 11 de octubre de 2022

MARTIROLOGIO ROMANO: DÍA 11 DE OCTUBRE.

 



—La fiesta de la Maternidad de la bienaventurada Virgen María.

 





—El martirio de los santos mártires Taraco, Probo y Andrónico, en Tarso de Cilicia; los cuales, en la persecución de Diocleciano, afligidos largo tiempo entre la inmundicia de la cárcel, y probados hasta tres veces con diversos tormentos, por último, siendo degollados, confesando a Cristo alcanzaron la corona del glorioso martirio.

 

Nicasio, obispo de Rúan




Nicasio, Quirino, Escubículo y Piencia.


—El suplicio de los santos mártires Nicasio, obispo de Rúan, Quirino, presbítero, Escubículo, diácono, y Piencia, virgen, en una aldea de Vexin; sentenciados a muerte por el presidente Fescenino. (San Nicasio fue obispo de Rúan, y entre la multitud de personas que convirtió a la religión cristiana, una de las notables fue santa Piencia, virgen francesa de gloriosa memoria. Quirino, presbítero, y Escubículo, diácono, ambos auxiliaron eficazmente a san Nicasio en sus tareas apostólicas, y se cree que los tres fueron los fundadores de la iglesia de Rúan, y que murieron entre el segundo y tercer siglo del Cristianismo en una aldea de Vexin. Sus sagrados restos fueron sepultados por los Cristianos en una gruta, en la cual encontrando los gentiles cierto día a santa Piencia la degollaron).

 





—San Germán, obispo y mártir, en Besanzon en las Galias.


—El suplicio de los santos mártires Anastasio, presbítero, Plácido, Ginés y sus compañeros.

 




—San Sármatas, discípulo de san Antonio, abad, en la Tebaida; a quien por confesar a Jesucristo mataron los sarracenos (en el año veinte y dos del imperio de Constantino el Grande, según dice san Jerónimo).

 


 



—San Fermín, obispo y confesor, en Ucez en el Languedoc. (A la edad de veinte y dos años sucedió en la silla de Ucez a un tío suyo que le había educado, por el unánime sufragio del pueblo y del clero. La prudencia y sabiduría que mostró acreditaron muy bien que la elección había sido inspirada por Dios. Asistió a los concilios IV y V de Orleans, celebrados en los años 341 y 349, y al de París en 331, y su reputación aumentaba extraordinariamente a medida que se le presentaban ocasiones para defender los intereses de la Iglesia. Murió santamente por los años de 353 a la edad de treinta y siete).

 




—San Canico (o Kenneth), abad, en el monasterio de Achoury en Escocia.

 


—La dichosa muerte de san Gumaro, confesor, en Lira o Lier en Brabante. (Sus padres eran parientes del rey Pipino, Habiendo contraído matrimonio con una dama de calidad, pero de condición perversa, extravagante y caprichosa, toda su vida fue una continua probación en tribulaciones. Recibió el premio de su paciencia en 774. El lugar de que era señor se llamaba entonces Nivesdone, después Ledon, y ahora Lira; y por la devoción de las gentes a este Santo llegó a formarse en ciudad considerable).

 




—San Emiliano o Mielan, confesor, en Rennes en Francia. (Cuéntase de este Santo, dedicado a la oración y al socorro de los pobres, que, a semejanza del divino Salvador, alimentó un día a todo un gentío numerosísimo con muy escasas provisiones).

 

 



—Las santas mujeres Zenayda y Filonila, hermanas, parientas y discípulas en la fe del apóstol san Pablo, en Tarso de Cilicia.

 




—Santa Placidia, virgen, en Verona. (Nació en esta ciudad, y fue hermana del obispo san Leoncio. Habiendo consagrado su integridad a Jesucristo, se retiró a una soledad donde vivió muchos años esclarecida en virtudes y milagros hasta su dichoso tránsito, en que se vio rodeada de coros de Ángeles que acompañaron su alma a la morada de Dios).

 

 

 

 

—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.

 

 

Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

 

AÑO CRISTIANO

POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).

Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la misma Compañía.

 


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