miércoles, 5 de agosto de 2020

SAN OSWALDO, REY Y MÁRTIR. —5 de agosto.




   Fué rey de Northumberland en Inglaterra. Después de la muerte de su padre Etelfrido, se vió obligado a refugiarse entre los pictos, y después a Irlanda, porque Edvino, que se había apoderado de su reino, quería asesinarle. Durante su retiro de los negocios conoció la religión cristiana y la abrazó, volviendo en seguida a su patria, y derrotando en una gran batalla a Cada-Wello, rey de los antiguos bretones, que en ella perdió la vida. Antes de entrar en acción, Oswaldo había mandado hacer una gran cruz de madera, que plantó él mismo sobre una altura, gritando en seguida a sus soldados que se Prosternasen ante el signo de la redención, y que suplicasen al Dios de las batallas, se dignase concederles la victoria. El sitio donde había estado clavada aquella cruz se llamó en adelante «campo del cielo,» siendo el primer trofeo de la fe cristiana erigido en aquellas comarcas. El santo rey, vencedor de sus enemigos, dio gracias al cielo por los favores que le dispensaba, fué generoso y clemente, y poseyó todas las virtudes de un príncipe cristiano. Su reinado es memorable por las sabias leyes que dio a su pueblo, y por el engrandecimiento que procuró a la religión de Jesucristo en sus estados. Había ya gozado algunos años de perfecta paz, cuando Penda, rey de los Mercios, le declaró guerra, y el santo rey perdió la vida en la batalla de Marsefeld el año 642. La Iglesia le venera desde entonces sobre los altares, y algunos Martirologios le dan el título de mártir.



LA LEYENDA DE ORO—1853.


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