lunes, 24 de agosto de 2020

NOVENA EN HONOR A SAN RAMÓN NONATO (1204 - 1240). DÍA: 3.




COMENZAMOS: 22 de agosto.



FINALIZAMOS: 30 de agosto



FESTIVIDAD: 31 de agosto.



Nacionalidad: española.



Fecha de Canonización: 1657 por Alejandro VII.



Patrón: recién nacidos, niños, mujeres embarazadas, personas acusadas con falsedad, contra la fiebre, comadronas, ginecólogos.



—Arrodillado el que hiciere la novena delante del altar o imagen del Santo, hará sobre sí la señal de la Santa Cruz, y empezará así:



Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.



  
ACTO DE CONTRICIÓN


Dulcísimo Jesús, por ser tan bueno y amable como sois, me pesa en el alma de haberos ofendido, y propongo con vuestra divina gracia antes morir que pecar. Amén.






DÍA TERCERO (24 de agosto).





MEDITACIÓN: OBEDIENCIA DE SAN RAMÓN NONATO.



   Medita, alma, que llegando San Ramón a la quinta donde le envió su padre, para que, distraído de su santo retiro y ejercicios de piedad, se ocupase en los mundanos de la hacienda, él obedeciendo gustoso, se iba como otro Moisés tras el rebaño, logrando así más disimulado la soledad y contemplación en una devota ermita de San Nicolás, delante de una hermosísima imagen de la Virgen María con su divino hijo Jesús en los brazos, que aún hoy día se venera. Estático contemplaba las eminentes gracias de esta Zarza divina, implorando con tiernas lágrimas su patrocinio contra las asechanzas del demonio, que, apareciéndosele en traje de un anciano pastor, procuraba tentarle. Mas prometiéndole su amparo la que es madre de afligidos, le favoreció piadosa, dejándole repetidas veces el niño Jesús en los brazos. ¡Oh prodigios celestes! ¡Qué requiebros amorosos! ¡Qué lágrimas de regocijo derramaría el Santo!



En reverencia dirás tres veces el Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.




ORACIÓN


   Grande fue y singular, glorioso Santo, vuestra virtud, cuando para obedecer a vuestro padre, dejasteis con el palacio los amigos, escogiendo el humilde oficio de pastor entre las breñas de las soledades. ¡Gran confusión para mi alma, tan arraigada en las vanidades del siglo, que no sabe varonilmente despreciarlas para obedecer a su Dios! Postrado humilde ante las aras de la Virgen María, ansioso pedíais los socorros divinos, viéndoos privado de los humanos, logrando cual otro Jacob, con vuestra invicta constancia, su bendición soberana, hasta oír de la misma Virgen: «Ya, Ramón, de aquí adelante podrás a boca llena llamarme madre». ¡Oh Santo mío, si lograse yo tal dicha! Mas, ¿cómo ha de recibirme por hijo con la pesada carga de mis vicios y pecados? Vos, glorioso Padre, que alcanzasteis su patrocinio contra las sugestiones del demonio, suplicadle me preserve de caer en los lazos de mi enemigo, infundiendo en mi alma un fervoroso espíritu de oración, para que, volando con agilidad a la contemplación de las cosas eternas, deje frustradas sus redes: y patrocinado de tan gran madre, merezca después de una santa muerte gozar de su divino hijo Jesús en las deliciosas moradas de la eterna patria. Amén.




—Aquí se detendrá en oración un breve rato, suplicando al Señor por los méritos del Santo, la gracia que deseare.




 


ORACIÓN FINAL.


   Alcanzad también, glorioso Santo, paz y unión para toda la santa Iglesia Católica; concordia entre los príncipes cristianos; exaltación de nuestra santa Fe; opresión de las herejías, para los pobres cautivos paciencia y libertad; para los afligidos consuelos, y a todos finalmente amparad en el funesto trance de la muerte, para que, acabando esta mortal vida con la divina gracia, merezcamos gozar en vuestra santa compañía las delicias de la eterna gloria. Amén.





GOZOS DEL GLORIOSO SAN RAMÓN NONATO.
 


Sol de Cataluña hermoso,
Fino amante de María:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Vuestra madre ya preñada,
Al octavo mes murió,
Y al tercer dia la abrió
Un lado punta acerada;
Por la herida ensangrentada
Os sacaron prodigioso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Su dulce nombre grabó
En vuestras manos un día
Jesús, y también María,
Y a su tierno Niño os dio,
Y que fuerais os mandó
De la Merced religioso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Los cristianos redimisteis
Y vos cautivo quedasteis,
La Fe de Dios predicasteis,
Y martirio padecisteis;
A millares convertisteis
Los infieles fervorosos:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Vuestros labios con candado
Cerró la malicia loca;
Pero con él en la boca
Predicáis más alentado;
Sufrís rigor tan pesado
Ocho meses valerosos:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Disteis a un pobre el capelo,
Y en premio Cristo y María
Os bajan como a porfía
Dos coronas desde el Cielo;
La de espinas vuestro celo
Eligió por lo penoso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Jesucristo os visitó
Al tiempo de vuestra muerte,
Y entonces, ¡oh feliz suerte!,
Por su mano os comulgó;
Este favor mereció
Vuestro corazón piadoso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Al mar y viento mandáis,
Curáis ciegos y apestados,
Tullidos, cojos, quebrados,
Y a estériles hijos dais,
Los muertos resucitáis,
Y en partos sois milagroso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Consoláis los labradores
Con lluvias, cosechas, frutos;
Dais vida a los muertos brutos,
Sanáis fiebres y dolores,
Heridas, llagas, tumores,
Y al baldado y al leproso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.
 
Remediáis todos los daños,
Los afligidos alientan;
Veinte y cuatro mil os cuentan
Milagros, solo en dos años;
España y reinos extraños
Os publican portentoso:
Sednos protector y guía,
San Ramón Nonato glorioso.




      
Antífona: Oh bienaventurado Ramón, que amó a Cristo con todas sus entrañas, y a ejemplo de su caridad no dudó en entregarse a sí mismo por los cautivos. Oh bendita alma, que, aunque no fue separada por la espada del perseguidor, no perdió el mérito del martirio.



 
. Mi corazón y mi carne.


. Se exultaron en Dios vivo.




 
ORACIÓN.


   ¡Oh Dios!, que hiciste admirable a tu bienaventurado confesor San Ramón Nonato para liberar a tus fieles de la cautividad de los impíos: concédenos por su intercesión, libres de las cadenas de nuestros pecados, cumplamos con perfecta libertad de espíritu todo lo que te sea más agradable. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.




Publicada en Barcelona en el año 1767

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