martes, 4 de agosto de 2020

NOVENA A SANTA CLARA DE ASÍS. DÍA SEGUNDO.





COMENZAMOS: 4 de agosto.



FINALIZAMOS: 12 de agosto (Festividad).




   Puesto devotamente de rodillas en presencia de algún altar o imagen de Santa Clara, y contemplando la gloria que se mereció por su penitentísima vida, levantará el corazón a Dios nuestro Señor y a su purísima Madre, acompañado de toda la corte celestial, poniendo las potencias y sentidos en esta seráfica virgen a quien dirige la novena; y hecha la señal de la Cruz y un fervoroso Acto de contrición, dará principio con la siguiente…





ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS.


   Dulcísima virgen y amorosísima madre Santa Clara, rayo animado del divino Sol, más clara que la misma luz, vaso escogido de angélica pureza, columna de paciencia y de constancia, imagen viva de María Santísima, y a su imitación fecunda espiritual madre de innumerables vírgenes, maestra de heroicas y evangélicas perfecciones, imán poderoso de vuestra tierna y estática hermana Santa Inés, ejemplar perfectísimo del humano serafín, norte que guía a la eterna patria, sol escogido para ilustrar la Iglesia, protectora del pueblo cristiano, terror del bárbaro gentilismo, que armada con el escudo de la fe oprimís la indómita soberbia del mahometano, y lleváis tantos coros de ángeles a las bodas del inmaculado Esposo cuantos son los místicos seminarios de vírgenes que habéis fundado: inclinad hacia mí los benignos ojos de vuestra clemencia; enviadme un rayo de vuestra hermosa luz que consuma todo lo terreno de mi corazón, y encienda en él la llama de aquella eterna caridad, que con virtud activa y amorosa os trasformó en serafín, para que ardiendo siempre en obsequio de aquel Cordero sin mancha, de quien sois casta y enamorada esposa, alcance con una buena muerte aquel último fin para que me crio e hizo de la nada su infinito poder, y después goce de su divina hermosura por toda la eternidad, logrando ahora lo que os pido en esta novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honor vuestro y bien de mi alma. Amén.

—Aquí se hará la petición, avivando la fe y esperanza de conseguir cuanto el devoto deseare por la poderosa intercesión de la seráfica madre y prodigiosa virgen Santa Clara.








DÍA SEGUNDO.



ORACIÓN.


   Hacedor inmenso de cuanto tiene ser, fortaleza infinita que arma la boca con la espada de dos filos, y destila mirra de las azucenas sangrientas de los labios, que hicisteis en mi seráfica madre y vuestra amante esposa Clara la especialísima obra de mostrarla al mundo por uno de los más singulares prodigios de las grandezas de vuestro omnipotente brazo, y el ejemplar más asombroso de penitencia, cuando ceñía la inocente virginal ternura de su delicado cuerpo, estando aún en el siglo, con las agudas puntas de un silicio horroroso, escondido debajo de las galas, para ocultar así con las flores las espinas de sus continuas rigorosas penitencias, registrándose en su alma la clara luz de todas las virtudes en el más perfecto grado, aun antes de llegar al estado religioso; inspiradme, Señor, los valientes impulsos de la mortificación, y haced que la ejecute con cautela y humildad, para que imitando a mi benigna abogada pueda aplacar los justos rigores de vuestra justicia, y lograr los efectos de vuestra inefable clemencia. Amén.




Clara, a quien hizo la alta omnipotencia
         Asombroso ejemplar de penitencia.
—Un Padre Nuestro y un Avemaría.


Luminoso farol sois, que ha guiado
           Al corazón contrito y humillado.
—Un Padre Nuestro y un Avemaría.


Ansioso os busca el mío en esta vida,
            Dirigidlo a la patria prometida.
—Un Padre Nuestro y un Avemaría.

Refunde en él, o dulce Madre mía,
            Seráfico el fervor que en vos ardía.
 —Un Padre Nuestro y un Avemaría.

Aviva en mi alma aquel incendio puro,
           Que halló en la vuestra el centro más seguro.
—Un Padre Nuestro y un Avemaría.







—Ahora se dirán o cantarán los Gozos; y este método se practicará todos los días.




GOZOS


Pues sois del divino amor
La electa esposa preclara,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Asís admiró en su oriente
Que en vos nació peregrina
La clara luz, que ilumina
Del orbe el giro excelente.
Pues el sol omnipotente
De la gracia os dio el candor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

De la virtud ilustrada
Os dio el cielo una hermosura,
Que con su clara luz pura
Os hizo aurora animada.
Pues fuisteis niña agraciada
En los ojos del Señor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

En el más supremo grado
De perfección religiosa,
A vuestra alma en luz hermosa
Miró del siglo el estado.
Pues delicias del Amado
Fuisteis siempre en dulce ardor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

De vírgenes capitana
Para hacer al mundo guerra,
En su custodia os encierra
Francisco en edad temprana.
Pues del siglo en gloria ufana
Lograsteis triunfo mayor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

En las angélicas aras
De la que es vida y dulzura,
El alma en víctima pura
A Cristo esposo preparas.
Finezas os dan muy claras
Tal maestra y director,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.


Vestigio sois de la huella
De esta estrella matutina,
Que os imprimió en luz divina
La clara luz de su estrella.
Pues tan claramente sella
En vos su vivo esplendor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Al estático lucero
De Santa Inés, vuestra hermana,
Con atracción soberana
Dais por esposa al Cordero.
Pues con vos e igual esmero
Fue fiel cordera al Pastor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

En el fuego de su celo
Un serafín os inflama,
Y creciendo en vos la llama
Buscó su esfera en el cielo.
Pues hollasteis lo del suelo
Con clara luz superior,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Sois atractivo precioso,
Imán de las almas todas,
Trayéndolas a las bodas
Del mas casto eterno Esposo.
Pues vuestro influjo amoroso
La guía al centro mejor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Un milagro permanente
Fue vuestra asombrosa vida.
Siempre al Sumo Bien unida
Con íntimo amor ardiente.
Y pues os hizo eminente
Prodigio al mundo en su honor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Sois ejemplo de paciencia,
Nivel de toda observancia,
Columna de la constancia
Y espejo de la obediencia.
Y pues con la penitencia
Dais a la pureza albor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Alta pobreza extremada
En vos todo el mundo ha visto,
Buscando en la cruz de Cristo
La riqueza más amada.
Pues a vuestras hijas dada
Fue como herencia mayor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

A Jesús en la aspereza
De su Pasión dolorosa
Imitasteis, fiel esposa
Herida de su fineza.
Pues copiasteis su belleza
Siendo pincel el amor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

Para oprimir la violencia
Del pérfido mahometano,
Con la custodia en la mano
Castigasteis su insolencia.
Pues salvasteis la inocencia,
Armada del Salvador,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

A los brazos del Esposo
Y al tálamo inmaculado
Volasteis, siendo a su lado
Sentada en trono glorioso.
Pues en eterno reposo
Reináis con el Criador,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.

La Iglesia festiva aclama
Con la voz de la verdad
Los frutos de santidad
Que en vos coge, admira y ama.
Pues clara en toda la fama
Os publica con fervor,
Seráfica virgen Clara,
Sed nuestro amparo y favor.




Ora pro nobis, Beata Clara.



Ut digni efficiamur promissionibus Christi.




NOVENA
COMPUESTAS
POR EL P. JOSE DE LA PURIFICACIÓN.
Madrid 1853.



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