sábado, 13 de abril de 2024

MES DE LA PASIÓN DE CRISTO – DÍA DECIMOTERCERO.

 




Traducción a partir del libro L’Année Pieuse, del padre Francisco de Ligny, publicado en Amiens por la imprenta de Alfredo Caron en 1851.

  

 

DÍA DECIMOTERCERO: A las seis horas, Jesús tratado de loco en casa de Herodes.

 

PENSAMIENTOS PRÁCTICOS


   Considera, ¡oh alma mía!, que Herodes, habiendo visto a Jesucristo, tuvo gran alegría, porque esperaba obtener de Él algunos milagros; pero Jesús no queriendo satisfacer la vana curiosidad de este príncipe, y éste ofendido por su silencio, Lo insulta y ultraja con toda su corte; Lo llama ignorante y tonto; y, para mostrar todo el desprecio que Le muestra, Lo viste con una túnica blanca. La eterna sabiduría de Dios es necedad a los ojos de los hombres; comprende cuán honorable y ventajoso es parecer tonto a los ojos del mundo; pero sólo a Dios le corresponde hacer comprender esta verdad. ¡Bienaventurado el hombre necio con la necedad de Dios, que escogió a los necios y rechazó a los sabios del mundo!

        

ORACIÓN


   Vos sois, Señor Dios mío, el Verbo divino, la gloria de los justos y la luz del mundo. Para creerlo no necesito nuevas pruebas de vuestra sabiduría y de vuestro poder; y si el esplendor de tus maravillas no aparece a los ojos de Herodes, es porque los cerró para no ver. Pide milagros; y no ve que vuestro silencio es el mayor de los milagros; y es este mismo silencio, escondido del mundo y admirado por los Ángeles, el que es la causa de que Os desprecie como a un necio, y que os haga conducir con vestido de ignominia por todas las calles de Jerusalén. Por eso, vuestro amor por mí os apremia mucho, ¡oh Señor Jesús mío!, ya que queríais ser, no sólo expuesto a contradicciones, sino saciado de oprobio, sino tratado como un loco, como un impostor, un seductor del pueblo. ¿Cómo pudisteis tener tanto amor por mí, que, más culpable que Herodes, una vez Os desprecié y ultrajé tan vergonzosamente? Merecería que me castigarais privándome, como Herodes, del sonido de vuestra voz y de la dulzura de vuestras inspiraciones: esto es cierto, merezco este terrible castigo; pero, Señor, Herodes no se arrepintió de haberos insultado, yo me arrepiento sinceramente de mis pecados; Herodes no Os amaba, yo Os amo por encima de todo. Iluminadme interiormente con vuestro espíritu y vuestras luces divinas, y decid lo que requiráis de mí; enseñadme a callar ante las calumnias y los insultos, a sufrir y ser despreciado por Vos, a consideraros sólo a Vos como mi juez, mi sabiduría, mi tesoro, mi gloria y mi felicidad.


 PRÁCTICA


   De vez en cuando durante el día, fija tu mirada en la imagen de Jesús crucificado y bésala con tierno amor. Haz con devoción el Vía crucis (Indulgencia plenaria).



ASPIRACIÓN


Señor Jesús, me amasteis hasta morir por mí; hacedme amaros al menos hasta el punto de vivir para Vos.



LETANÍA DE LA PASIÓN DE CRISTO


Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

   

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

  

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

 

Jesús, que has instituido el santísimo Sacramento del altar en memoria de tu pasión, ten piedad de nosotros.

Jesús, que saliste del cenáculo para morirten piedad de nosotros.

Jesús, orando en el Olívete, ten piedad de nosotros.

Jesús, consolado por un ángel, ten piedad de nosotros.

Jesús, sudando sangre y agua, ten piedad de nosotros.

Jesús, vendido y traicionado por Judas, ten piedad de nosotros.

Jesús, apresado y atado por los soldados, ten piedad de nosotros.

Jesús, abandonado por tus discípulos, ten piedad de nosotros.

Jesús, presentado a Anás y Caifás, ten piedad de nosotros.

Jesús, golpeado por un criado, ten piedad de nosotros.

Jesús, acusado por falsos testigos, ten piedad de nosotros.

Jesús, juzgado digno de muerte, ten piedad de nosotros.

Jesús, ultrajado, golpeado durante la noche, ten piedad de nosotros.

Jesús, negado tres veces por San Pedro, ten piedad de nosotros.

Jesús, despreciado por Herodes, ten piedad de nosotros.

Jesús, vestido con una túnica blanca, ten piedad de nosotros.

Jesús, a quien Barrabás fue preferido, ten piedad de nosotros.

Jesús, azotado, ten piedad de nosotros.

Jesús, magullado por nuestros crímenes, ten piedad de nosotros.

Jesús, vestido con púrpura, ten piedad de nosotros.

Jesús, coronado de espinas, ten piedad de nosotros.

Jesús, golpeado con una caña, ten piedad de nosotros.

Jesús, presentado al pueblo, ten piedad de nosotros.

Jesús, condenado a muerte por Pilato, ten piedad de nosotros.

Jesús, entregado a la voluntad de los judíos, ten piedad de nosotros.

Jesús, cargado con la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, conducido al Calvario, ten piedad de nosotros.

Jesús, despojado de tus ropas, ten piedad de nosotros.

Jesús, atado a la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, levantado en la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, que oraste por tus enemigos, ten piedad de nosotros.

Jesús, puesto en el rango de malhechores, ten piedad de nosotros.

Jesús, blasfemado en la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, que prometiste paraíso al buen ladrón, ten piedad de nosotros.

Jesús, que recomendaste a tu Madre a San Juan, ten piedad de nosotros.

Jesús, abandonado por tu Padre, ten piedad de nosotros.

Jesús, ebrio de vinagre en tu sed, ten piedad de nosotros.

Jesús, que dijiste: Todo está consumado, ten piedad de nosotros.

Jesús, que has encomendado tu alma a tu Padre, ten piedad de nosotros.

Jesús, obediente hasta la muerte en la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, muerto en la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, traspasado con una lanza, ten piedad de nosotros.

Jesús, que manifestaste tu poder después de tu muerte, ten piedad de nosotros.

Jesús, descendido de la Cruz, ten piedad de nosotros.

Jesús, sepultado, ten piedad de nosotros.

  

Sednos propicio, perdónanos Señor.

Sednos propicio, escúchanos Señor.

   

De todo mal, líbranos, Señor.

De todo pecado, líbranos, Señor.

De la pestilencia, del hambre y de la guerra, líbranos, Señor.

De todo peligro del alma y del cuerpo, líbranos, Señor.

De la muerte eterna, líbranos, Señor.

Por tus trabajos y tus vigilias, líbranos, Señor.

Por tus dolorosos azotes, líbranos, Señor.

Por tu coronación de espinas, líbranos, Señor.

Por tu sed, tus lágrimas y tu desnudez, líbranos, Señor.

Por tu preciosa muerte y tu Cruz, líbranos, Señor.

Por tu Preciosísima Sangre, líbranos, Señor.

Por tus santísimas llagas, líbranos, Señor.

  

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.

   

Adorémoste, oh Cristo, y bendecímoste.

Porque redimiste al mundo por tu Cruz.



ORACIÓN


   Adorable Jesús, sufriendo y muriendo por Amor por nosotros, concédenos la gracia de sufrir contigo y por Ti; para que, viviendo, sufriendo y muriendo en Tu Amor, seamos eternamente felices Contigo y en Ti. Amén.



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