Traducción
a partir del libro L’Année Pieuse, del padre Francisco de Ligny, publicado en
Amiens por la imprenta de Alfredo Caron en 1851.
DÍA PRIMERO: Consagración del mes a Jesús sufriente
PENSAMIENTOS PRÁCTICOS
Considera, ¡oh alma mía! que la
devoción a Jesús sufriente es la más útil y afectuosa de todas las devociones,
la que más excitará en tu corazón el amor de Dios y el arrepentimiento de tus
pecados. Para honrar con piedad la dolorosa pasión del Salvador, síguelo,
durante este mes, a los distintos teatros de sus sufrimientos; Imaginemos al
Hombre-Dios, entregado a una tristeza excesiva en el huerto de Getsemaní,
arrastrado ante los atrios, coronado de espinas, azotado, desgarrado a golpes y
magullado por el peso abrumador de la cruz. Después de haber presenciado esta
larga agonía de Jesús, ¿podrás negarle algunas lágrimas de
piedad y de ternura?
ORACIÓN
Oh Dios, que para redimir al mundo
quisisteis nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el
beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero;
presentado ante Anás, Caifás, Pilatos y Herodes; escupido y acusado con falsos
testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de
espinas, golpeado con la caña, cubierto el Rostro con una púrpura por burla;
desnudado afrentosamente, clavado en la Cruz y levantado en ella, puesto entre
ladrones, como uno de ellos, dándoos a beber hiel y vinagres y herido el
costado con la lanza; Os ruego que me concedáis la gracia,
indigno como soy, de considerar, durante este mes, tantos y tan crueles
dolores, de deplorar la malicia de los malvados desatada contra Vos y de
bendecir vuestra paciencia inalterable. Es con esta intención, ¡oh
Jesús sufriente y crucificado!, que deseo seguiros en espíritu
en las diversas estaciones de vuestra dolorosa Pasión y meditar sobre vuestros
sufrimientos y vuestras humillaciones durante los días que la Iglesia dedica
más particularmente a la veneración de este adorable y lúgubre misterio. Es
verdad, Señor, que mi vida no sería demasiado larga para leer el libro de
vuestros dolores y de vuestras ignominias; pero, si Os dignáis, durante estos
días de salvación, imprimir profundamente en mi corazón vuestras sagradas
Llagas y embriagar mi alma con vuestra preciosa Sangre, como deseo y os ruego, ¿podré
olvidar a Aquel a quien tanto le costé? ¿Podré negar a tanta Sangre una lágrima
de amor y arrepentimiento?
PRÁCTICA
De vez en cuando durante el día, fija tu
mirada en la imagen de Jesús crucificado y bésala con tierno amor. Haz con
devoción el Vía crucis (Indulgencia
plenaria).
ASPIRACIÓN
Señor Jesús, me amasteis
hasta morir por mí; hacedme amaros al menos hasta el punto de vivir para Vos.
LETANÍA DE LA PASIÓN DE
CRISTO
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo,
óyenos.
Cristo,
escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de
nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de
nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de
nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten
piedad de nosotros.
Jesús, que has instituido el santísimo Sacramento del altar en
memoria de tu pasión,
ten piedad de nosotros.
Jesús, que saliste del cenáculo para morir, ten piedad de nosotros.
Jesús, orando en el Olívete, ten piedad de
nosotros.
Jesús, consolado por un ángel, ten piedad de
nosotros.
Jesús, sudando sangre y agua,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, vendido y traicionado por Judas, ten piedad de nosotros.
Jesús, apresado y atado por los soldados, ten piedad de nosotros.
Jesús, abandonado por tus discípulos, ten piedad de nosotros.
Jesús,
presentado a Anás y Caifás, ten piedad de nosotros.
Jesús, golpeado por un criado, ten piedad de
nosotros.
Jesús, acusado por falsos testigos, ten piedad de nosotros.
Jesús, juzgado digno de muerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, ultrajado, golpeado durante la noche, ten piedad de nosotros.
Jesús, negado tres veces por San Pedro, ten piedad de nosotros.
Jesús, despreciado por Herodes, ten piedad de nosotros.
Jesús, vestido con una túnica blanca,
ten piedad de nosotros.
Jesús, a quien Barrabás fue preferido, ten piedad de nosotros.
Jesús, azotado, ten
piedad de nosotros.
Jesús, magullado por nuestros crímenes, ten piedad de nosotros.
Jesús, vestido con púrpura,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, coronado de espinas,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, golpeado con una caña,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, presentado al pueblo,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, condenado a muerte por Pilato, ten piedad de nosotros.
Jesús, entregado a la voluntad de los judíos, ten piedad de
nosotros.
Jesús, cargado con la Cruz, ten piedad de
nosotros.
Jesús, conducido al Calvario,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, despojado de tus ropas, ten piedad de nosotros.
Jesús, atado a la Cruz, ten
piedad de nosotros.
Jesús, levantado en la Cruz,
ten
piedad de nosotros.
Jesús, que oraste por tus enemigos, ten piedad de nosotros.
Jesús, puesto en el rango de malhechores, ten piedad de nosotros.
Jesús, blasfemado en la Cruz, ten piedad de
nosotros.
Jesús, que prometiste paraíso al buen ladrón, ten piedad de
nosotros.
Jesús, que recomendaste a tu Madre a San Juan,
ten piedad de nosotros.
Jesús, abandonado por tu Padre, ten piedad de
nosotros.
Jesús, ebrio de vinagre en tu sed, ten piedad de nosotros.
Jesús, que dijiste: Todo está consumado, ten piedad de nosotros.
Jesús, que has encomendado tu alma a tu Padre, ten piedad de
nosotros.
Jesús, obediente hasta la muerte en la Cruz,
ten piedad de nosotros.
Jesús, muerto en la Cruz, ten
piedad de nosotros.
Jesús, traspasado con una lanza, ten piedad de nosotros.
Jesús, que manifestaste tu poder después de tu muerte, ten
piedad de nosotros.
Jesús, descendido de la Cruz, ten piedad
de nosotros.
Jesús, sepultado, ten
piedad de nosotros.
Sednos
propicio,
perdónanos Señor.
Sednos
propicio, escúchanos
Señor.
De todo mal, líbranos,
Señor.
De todo pecado, líbranos,
Señor.
De la pestilencia, del hambre y de la guerra, líbranos,
Señor.
De todo peligro del alma y del cuerpo, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos,
Señor.
Por tus trabajos y tus vigilias, líbranos,
Señor.
Por tus dolorosos azotes, líbranos,
Señor.
Por tu coronación de espinas,
líbranos,
Señor.
Por tu sed, tus lágrimas y tu desnudez, líbranos, Señor.
Por tu preciosa muerte y tu Cruz, líbranos, Señor.
Por tu Preciosísima Sangre,
líbranos,
Señor.
Por tus santísimas llagas, líbranos,
Señor.
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero
de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
℣.
Adorémoste, oh Cristo, y bendecímoste.
℟.
Porque redimiste al mundo por tu Cruz.
ORACIÓN
Adorable
Jesús, sufriendo
y muriendo por Amor por nosotros, concédenos la gracia de sufrir contigo y por
Ti; para que, viviendo, sufriendo y muriendo en Tu Amor, seamos eternamente
felices Contigo y en Ti. Amén.
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