Traducción
a partir del libro L’Année Pieuse, del padre Francisco de Ligny, publicado en
Amiens por la imprenta de Alfredo Caron en 1851.
DÍA OCTAVO: Jesús apresado y encadenado por los judíos.
PENSAMIENTOS PRÁCTICOS
Considera,
alma mía, que los
judíos sólo echaron sus manos sobre Jesús cuando Él lo permitió. Entonces estos
crueles lobos se abalanzan con furia sobre este inocente Cordero; lo empujan,
le arrancan los cabellos, lo golpean, lo derriban, lo arrastran, lo pisotean;
le atan las manos, el cuello y el pecho con cuerdas y cadenas como si fuera un
ladrón o un sinvergüenza. Eres tú quien has trenzado estas cuerdas y forjado
estas cadenas a través de tus pecados. «He estado envuelto en las
redes de los pecadores. Temblad: porque llegará el tiempo en que Sansón romperá
sus ataduras; y entonces el Señor, el Dios de la venganza, actuará libremente.
Si al árbol verde se trata de esta forma, ¿cómo será el árbol seco?».
ORACIÓN
¿Por qué, Señor Jesús, vienen
hacia Vos estos hombres feroces con espadas y garrotes, como hacia un ladrón? Os
buscan para poneros cadenas y arrastraros al suplicio de la Cruz. ¡Qué!, ¡Sois considerado un ladrón, Vos que no habéis
tomado otra presa que las almas sujetas al diablo! ¡Cargado de cadenas del
esclavo y del criminal el Lugar Santísimo, el Señor de Señores, Vos que venís,
con vuestra muerte, a asegurarnos la libertad completa! Sin decir una
sola palabra, sin pronunciar una sola queja, ¿Os
dejaréis atar las manos, estas manos Divinas que destilan mirra y recogen todas
las bendiciones? ¿Seguirá más allá del Cédron una tropa de gente furiosa que Os
arrastra con violencia entre los más sangrientos ultrajes? ¡Oh Jesús mío! ¿Os
entregáis en sus manos? ¿Por qué no rompéis estas cadenas, y no escapáis de los
crueles tormentos que Os preparan? Pero, si no Os dejáis prender, ¿quién redimirá al mundo? Entiendo ahora que
Vuestro amor por nosotros, que el deseo de salvarnos es el único vínculo que Os
mantiene cautivo y os arrastra a la muerte. Yo beso con un profundo respeto
estas pesadas cadenas que me han librado de las vergonzosas cadenas del pecado
de las que el demonio quería servirse para arrastrarme al abismo del Infierno.
Ya no quiero hacer ninguna acción sin Vos; así que atadme de pies y manos,
atadme tan fuerte a vuestro Corazón divino, que privado de una libertad que me
fue demasiado fatal, quedo eternamente cautivo de Vuestro amor.
De vez en cuando durante el día, fija tu mirada en la imagen de Jesús crucificado y bésala con tierno amor. Haz con devoción el Vía crucis (Indulgencia plenaria).
ASPIRACIÓN
Señor Jesús, me amasteis hasta morir por mí; hacedme amaros al menos hasta el punto de vivir para Vos.
LETANÍA DE LA PASIÓN DE CRISTO
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, que has instituido el santísimo Sacramento del altar en memoria de tu pasión, ten piedad de nosotros.
Jesús, que saliste del cenáculo para morir, ten piedad de nosotros.
Jesús, orando en el Olívete, ten piedad de nosotros.
Jesús, consolado por un ángel, ten piedad de nosotros.
Jesús, sudando sangre y agua, ten piedad de nosotros.
Jesús, vendido y traicionado por Judas, ten piedad de nosotros.
Jesús, apresado y atado por los soldados, ten piedad de nosotros.
Jesús, abandonado por tus discípulos, ten piedad de nosotros.
Jesús, presentado a Anás y Caifás, ten piedad de nosotros.
Jesús, golpeado por un criado, ten piedad de nosotros.
Jesús, acusado por falsos testigos, ten piedad de nosotros.
Jesús, juzgado digno de muerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, ultrajado, golpeado durante la noche, ten piedad de nosotros.
Jesús, negado tres veces por San Pedro, ten piedad de nosotros.
Jesús, despreciado por Herodes, ten piedad de nosotros.
Jesús, vestido con una túnica blanca, ten piedad de nosotros.
Jesús, a quien Barrabás fue preferido, ten piedad de nosotros.
Jesús, azotado, ten piedad de nosotros.
Jesús, magullado por nuestros crímenes, ten piedad de nosotros.
Jesús, vestido con púrpura, ten piedad de nosotros.
Jesús, coronado de espinas, ten piedad de nosotros.
Jesús, golpeado con una caña, ten piedad de nosotros.
Jesús, presentado al pueblo, ten piedad de nosotros.
Jesús, condenado a muerte por Pilato, ten piedad de nosotros.
Jesús, entregado a la voluntad de los judíos, ten piedad de nosotros.
Jesús, cargado con la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, conducido al Calvario, ten piedad de nosotros.
Jesús, despojado de tus ropas, ten piedad de nosotros.
Jesús, atado a la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, levantado en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, que oraste por tus enemigos, ten piedad de nosotros.
Jesús, puesto en el rango de malhechores, ten piedad de nosotros.
Jesús, blasfemado en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, que prometiste paraíso al buen ladrón, ten piedad de nosotros.
Jesús, que recomendaste a tu Madre a San Juan, ten piedad de nosotros.
Jesús, abandonado por tu Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús, ebrio de vinagre en tu sed, ten piedad de nosotros.
Jesús, que dijiste: Todo está consumado, ten piedad de nosotros.
Jesús, que has encomendado tu alma a tu Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús, obediente hasta la muerte en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, muerto en la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, traspasado con una lanza, ten piedad de nosotros.
Jesús, que manifestaste tu poder después de tu muerte, ten piedad de nosotros.
Jesús, descendido de la Cruz, ten piedad de nosotros.
Jesús, sepultado, ten piedad de nosotros.
Sednos propicio, perdónanos Señor.
Sednos propicio, escúchanos Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la pestilencia, del hambre y de la guerra, líbranos, Señor.
De todo peligro del alma y del cuerpo, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.
Por tus trabajos y tus vigilias, líbranos, Señor.
Por tus dolorosos azotes, líbranos, Señor.
Por tu coronación de espinas, líbranos, Señor.
Por tu sed, tus lágrimas y tu desnudez, líbranos, Señor.
Por tu preciosa muerte y tu Cruz, líbranos, Señor.
Por tu Preciosísima Sangre, líbranos, Señor.
Por tus santísimas llagas, líbranos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros, Señor.
℣. Adorémoste, oh Cristo, y bendecímoste.
℟. Porque redimiste al mundo por tu Cruz.
ORACIÓN
Adorable Jesús, sufriendo y muriendo por Amor por nosotros, concédenos la gracia de sufrir contigo y por Ti; para que, viviendo, sufriendo y muriendo en Tu Amor, seamos eternamente felices Contigo y en Ti. Amén.
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