LIMOSNA: FACILIDAD DE HACER LIMOSNA.

 

FACILIDAD DE HACER LIMOSNA

   Cualquiera, dice Jesucristo, que dé a beber un sólo vaso de agua fría a uno de los necesitados, en verdad os lo digo, no perderá su recompensa: Quicumque potum dederit uní ex minimis istis calicem aquæ, frijidæ, tantum in nomine discipuli; amen dico vobis non perdet mercedem suam - El que da de beber a uno de estos más pequeños, un vaso de agua fría, sólo en nombre de discípulo; De cierto os digo que no perderá su salario. (Math. X, 42). Dios, dice S. Agustín, pone el Cielo en venta, y quiera que un sólo vaso de agua sea su precio. Si tenéis compasión del pobre, vuestra compasión es una limosna que Dios acepta, si nada más podéis darle, añade S. Agustín. Sé tan afable con Ios pobres como sea posible, dijo Tobías a su hijo. Si tenéis mucho, dad con abundancia; si poco, dad poco, pero de buena gana: Quomodo potueris, ita esto misericors; si multum tibi fuerit, abundanter tribue; si exiguum tibí fuerit, etiam exiguum libenter impertiri stude - Sé tan misericordioso como puedas; si tienes mucho, da en abundancia; Si te ha resultado poco, intenta impartir, aunque sea un poquito con gusto. (IV, 8-9). Partid vuestro pan con el que tiene hambre, dice Isaías: Frange esurienti panem tuum -  Parte tu pan al hambriento (LVIII, 7).

 

   S. Agustín insiste sobre la palabra frange – partir, romper, probando que nadie, por más pobre que sea, puede dispensarse de hacer limosna.

 

   Dios mira con preferencia el corazón del que da, antes que el donativo en sí mismo… Dios no pesa la cantidad dada, sino el sentimiento, dice S. Gregorio.

   La viuda del Evangelio, que no dio más que un óbolo, dio más, según Jesucristo, que los que entregaban grandes cantidades; porque ella se privaba de lo necesario, y los demás sólo de lo superfluo......

 

 

TESOROS

DE

CORNELIO Á LÁPIDE. (1882)