lunes, 18 de abril de 2022

Martirologio Romano 18 de abril.

 

SAN ELEUTERIO

Obispo y Mártir

 

martirizado hacia el año 130 en Mesina (Sicilia), Italia

 

 


 

Todo aquél que comete pecado

es esclavo del pecado.

(Juan 8, 34)

 




En el Monte Senario, en Etruria, el nacimiento de san Amidero, confesor, y siete Fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen María, ardiente en su Amor a Dios, su fiesta y la de sus compañeros, se celebra en el mes de febrero.

 




En Roma, san Apolonio, senador y mártir.

 



En Melitene en la antigua Armenia, santos Hermógenes y Elpidio, mártires, junto con Cayo, Aristónico, Rufo y Gálatas.

 





En Persia, san Pusicio, mártir, prefecto de los artesanos del rey Sapor II, que por haber confortado al vacilante presbítero Ananías fue herido en el cuello y murió el Sábado Santo, ocupando así un lugar insigne en el grupo de mártires sacrificados después de san Simeón.

 




En Fano, del Piceno, en Italia, san Eusebio, obispo, que acompañó al papa san Juan I en el viaje a Constantinopla impuesto por el rey Teodorico, y al regreso le siguió también en la prisión.

 




En Leighlin, en Irlanda, san Molasio o Laisren, abad, que extendió pacíficamente en la isla la celebración de la Pascua, según la costumbre romana.

 




En el cenobio de Lobbes, en Hainaut, san Ursmaro, obispo y abad, que propagó la Regla de san Benito y atrajo al pueblo a la fe cristiana.

 




En Constantinopla, santa Antusa, virgen, que, siendo hija del emperador Constantino Coprónimo, se dedicó a ayudar a los pobres, a redimir a siervos, a reparar iglesias y a edificar monasterios, recibiendo el hábito monástico de manos del obispo san Tarasio.

 




En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Perfecto, presbítero y mártir, que fue encarcelado y después degollado por los sarracenos, por haber combatido la doctrina de Mahoma y confesado con firmeza su fe en Cristo.

 



En la isla Egina, santa Atanasia, viuda, que vivió como solitaria y fue también hegúmena, ilustre por sus virtudes y observancia monástica.

 




En Mesina de Sicilia san Corebo, prefecto.

 




En Brescia Italia san Calocero, mártir.

 





En Milán, de Lombardía, san Galdino, obispo, que trabajó en la restauración de la ciudad destruida por la guerra y entregó a Dios su alma después de un sermón contra los herejes.

 




En Montereale, en el Abruzo, beato Andrés, presbítero de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, que se dedicó a predicar por Italia y Francia.

 




En Anjou, en Francia, beato José Moreau, presbítero y mártir, que durante la Revolución Francesa fue degollado un Viernes Santo en odio a la fe cristiana.





En Mesina (Sicilia), Italia San Eleuterio, Obispo y Mártir, fue asado en una parrilla, colocado después en un lecho de hierro calentado al rojo y, por fin, sumergido en una caldera de aceite y pez hirviendo. Como saliera sano y salvo de todos estos suplicios fue arrojado a los leones, que no le hicieron ningún mal. Finalmente, fue golpeado con varas hasta que murió a la vista de su madre, Santa Antea. 

 

 

 

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

 

R. Deo Gratias.

 

 

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.

 

 

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