lunes, 20 de septiembre de 2021

VIGILIA DE SAN MATEO, APOSTOL. —20 DE SEPTIEMBRE.



   La Misa de este día es la de la Vigilia de las fiestas de los Apóstoles. El Evangelio nos refiere la conversión de San Mateo según el relato de San Lucas, que por respeto y discreción le llamó Leví. Mañana leeremos el mismo relato, pero escrito por la pluma de San Mateo, que no oculta su nombre. Las palabras del Señor que en él se nos refieren, nos muestran la extrema condescendencia y la misericordia infinita de Jesús para con los pecadores: “No son los sanos los que necesitan de los médicos, sino los enfermos. No vine a llamar a los justos, sino a los pecadores a penitencia.”

 

 

  Hay que entender bien esta penitencia de que nos hablan en bastantes lugares el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles. “Es verdad que no excluye la penitencia las obras aflictivas, por medio de las cuales el hombre castiga en sí mismo su pecado y promete la enmienda; pero implica, ante todo, un cambio de vida, la renuncia a toda clase de disposiciones y costumbres reprobadas por Dios”. A hacer esta penitencia, todos estamos invitados con pena de muerte eterna.

 

 

   Por su parte, San Ambrosio, en la homilía que leemos en Maitines advierte: “Es todo un misterio esta vocación del publicano a quien Jesús invita a seguirle, no tanto con los pasos del cuerpo como con el movimiento del alma. Este hombre, llamado con una sola palabra, deja su bienestar y, dejando su miserable despacho en el que se le veía sentado, camina con paso firme y decidido en pos del Señor y hasta se mete en gastos para prepararle un gran banquete. Eso ocurre con el que recibe a Cristo en la casa espiritual de su corazón, que es alimentado con lo más delicado y totalmente saciado de delicias”.

 

 

EL AÑO LITURGICO

DOM PROSPERO GUERANGER.

 

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