sábado, 2 de octubre de 2021

MARTIROLOGIO ROMANO: DÍA 2 DE OCTUBRE.


 

—La fiesta de los santos Ángeles de la guarda.

 





—San Eleuterio, soldado y mártir, con otros innumerables, en Nicomedia; los cuales falsamente acusados de haber puesto fuego al palacio de Diocleciano, que había sido quemado por orden del mismo cruel Emperador, fueron martirizados, unos degollándolos, otros quemándolos, y otros sumergiéndolos en el mar. Eleuterio, que fue el primero, después de haber sido atormentado atrozmente, como cada vez se mostrase más constante, consiguió la corona del martirio acrisolado en el fuego como el oro refinado.






—El martirio de san Leodegario, obispo de Autun, en el Artois; el cual, habiendo padecido muchas injurias y tormentos por defender la verdad, fue muerto por Ebroino, mayordomo del rey Teodorico.

 


—San Gerino, mártir, hermano del mismo san Leodegario, el cual allí mismo fue apedreado.  

 




—Los Santos mártires Primo, Cirilo y Secundario, No nos ha quedado de estos santos más que la memoria de sus nombres, conservados en todos los martirologios. Parece que su martirio tuvo lugar en Antioquía.

 






—San Teófilo, monje, en Constantinopla; quien por defender el culto de las santas imágenes fue cruelmente azotado por orden de León Isáurico; después, habiendo sido desterrado, murió en el Señor.

 




—Santo Tomás, obispo y confesor, en Herford o Hereford, en Inglaterra. (Santo Tomás Cantelupe era hijo mayor de una de las primeras familias de Inglaterra. Aprendió las ciencias bajo la dirección de un tío suyo obispo de Hereford, se graduó de doctor en Oxford, fue electo canciller de esta universidad, y luego obtuvo el mismo cargo en el reino. Cincuenta y cuatro años tenía cuando se graduó de doctor en teología, en cuya ocasión el sabio dominicano Kilwarby, entonces arzobispo de Cantorbery, puso a riesgo la humildad del Santo diciendo en una oración pública, que el candidato había vivido sin mácula, y que jamás había perdido la gracia del Bautismo. En 1275 fue canónicamente elegido obispo de Hereford, y consagrado en la catedral de Cantorbery, y desde entonces redobló su fervor en todo aquello que debía adquirirle la perfección necesaria para desempeñar dignamente su alto ministerio. En el séptimo año de su pontificado hizo un viaje a Roma para asuntos importantes de la iglesia de Inglaterra, y al regresar tuvo que detenerse en Montefiascone en Toscana, donde acometido de su última enfermedad, dio su espíritu al Señor a los sesenta y tres años de su edad en el de 1282. Su cuerpo fue trasladado a Hereford, y a vista de los infinitos milagros que había obrado, Juan XXII lo colocó en el catálogo de los Santos tal día como hoy, en que se celebra su festividad).

 

 

 

—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.

 

 

Alabado y glorificado sea Dios eternamente.

 

 

AÑO CRISTIANO

POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).

Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la misma Compañía.

 


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