Fué natural de Roma,
ciudadano distinguido, y vivió en tiempo de los apóstoles. Enamorado
de la doctrina evangélica, se convirtió a la fe cristiana, y fué bautizado por
san Pedro. Poco después le consagró obispo el mismo apóstol y le envió
al territorio de Marne, el cual convirtió a Jesucristo, fundando la Iglesia de
Chalons y siendo su primer obispo. Créese que murió
en paz a principios del siglo II. Sus reliquias se guardan todavía en la
catedral de Chalons, y se cuentan muchos milagros obrados por su intercesión.
LA LEYENDA DE ORO—1853.
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