Casi nada se
sabe de cierto de este santo obispo. Dícese que había nacido en Egipto y
que fué elevado al episcopado en el Oriente, y se añade que en consecuencia de
una visión pasó al Occidente, cuando Constantino el Grande se hubo declarado en
favor del cristianismo, y que habiendo ido a parar a las Galias san Retico,
obispo de Autun, le hizo entrar al servicio de su Iglesia. En este estado se
hizo respetar tan universalmente por sus afamadas virtudes, que fué elegido
para suceder a san Retico, muerto poco tiempo antes de la celebración del
concilio de Nicea. Se ignora hasta qué año vivió,
pero hay motivos para creer que su muerte no fué antes del año 330.
LA LEYENDA DE ORO—1853.
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