—La cátedra de san Pedro, apóstol, en
Antioquía, en donde comenzaron los discípulos a ser llamados cristianos.
—En Hierápolis de Frigia, el bienaventurado
Papías, obispo de esta ciudad, que fué discípulo del apóstol san Juan, y
compañero de san Policarpo.
—En Salamina en la isla de Chipre, san
Aristión, que, según el testimonio del mismo Papías,
fué uno de los setenta y dos discípulos del Salvador.
—En Arabia, la memoria de muchos santos
mártires, cruelísimamente muertos en tiempo del emperador Maximiano.
—En Alejandría, san Abilio, segundo obispo de
esta ciudad después de san Marcos, el cual desempeñó todos los deberes
de prelado con singular reputación de virtud.
—En Viena de Francia, san Pascasio, obispo,
afamado por su erudición y santidad de costumbres.
—En Cortona en Toscana, santa Margarita, de la orden
tercera de san Francisco, cuyo cuerpo se conserva incorrupto a más de
cuatro siglos, exhalando un olor agradable, y siendo el instrumento de un gran
número de milagros; es honrado con una devoción particular en el lugar en que
reposa.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
Alabado y
glorificado sea Dios eternamente.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).
Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la
misma Compañía.
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