HIMNO
Deus tuorum militum.
De
tus fuertes atletas
O
Dios, corona y premio,
Perdona
a los que cantan
Las
glorias de tus mártires excelsos.
Ellos del bajo mundo
Los
amargos contentos
Y
deleites mentidos
Miraron
con heroico desprecio.
Y felices volaron
A
las glorias del Cielo,
De
la caduca tierra
Los
horridos combates sosteniendo.
Su sangre derramaron
Con
generoso pecho,
Y
ora gozan dichosos
De
la Patria eternal los dones bellos.
Por tan altos triunfos
Con
humildoso ruego
O
Señor, te pedimos
Que
absuelvas por piedad tus pobres siervos.
Sea dada alabanza
Y
gloria al Padre excelso
Y
al Hijo y al Espíritu
Paráclito
por siglos sempiternos.
HIMNO
Invicte martyr, unicam.
O
Mártir invicto
Fiel
imitador
Del
eternal Verbo,
Que
es Hijo de Dios;
Vencida la hueste
Del
mundo impostor,
Gozas
en tu triunfo
Del
célico don.
Haz que por tu ruego
Placado
el Señor,
Las
máculas borre
De
mi corazón.
De la infecta culpa
Libre
sea yo;
Sin
tedio a la vida
Viva
por amor.
De tu sacro cuerpo
La
estrecha prisión
Rompiste,
y al Cielo,
Ya
tu alma voló.
Rompe en mí los grillos
Del
siglo impostor,
De
ellos por tu medio
Libre
sea yo.
Gloria sea al Padre,
Y
al Hijo loor,
Y
al igual le goces,
Espíritu
Dios.
HIMNO
Rex glorioso martyrum.
Oh Rey, que de los Mártires
Eres
corona espléndida,
Y
llevas al Empíreo
Los
que al mundo desprecian:
Escucha nuestras súplicas
Y
nuestras voces férvidas;
Por
nuestros sacros cánticos,
No
quieras nuestra pérdida.
Vences entre los Mártires;
Perdonas
con clemencia
A
los que tu ley sinceros
Confiesan
con fe intrépida.
Vence pues nuestros crímenes
Y
con mano benéfica
Derrama
en nos tu gracia
Pródigo
de indulgencia.
Al Padre sea gloria
Al
Hijo que la térrica
Muerte
venció, al Paráclito
En
edades perpetuas.
HIMNO
Sanctorum meritis ínclita gaudia.
De
santos Mártires los gozos ínclitos
Cantemos
fieles, y hechos heroicos:
Demos
con júbilo por nuestros cánticos
Loa
a la gran victoria.
Estos, odiados del mundo estólido,
Despreciaron
sus goces áridos,
Y
de tu Nombre siervos impávidos,
Rey
del Cielo, mostráronse.
Por ti de idólatras la minaz furia
Burlaron
firmes, y azotes bárbaros;
Rasgó
sus carnes el uña férrea,
Más
no domó su espíritu.
Pasó sus cuellos cuchillo pérfido,
Como
ovejuelas nunca quejáronse,
Clara
su mente, y el pecho intrépido,
Asombra
su paciencia.
Que voz dijera los dones célicos
De
que magnífico colmas tus Mártires?
Brillan
sus sienes con la purpúrea
Diadema
de su sangre.
Deidad
suprema y una, rogámoste
Que
nos alejes la culpa tétrica
Y
que a tus siervos des paz perpetua
Por
edades sin número.
HIMNO
Christo profusum sanguinem.
Trasportados de júbilo,
De
los Mártires santos las victorias
Y
sus laureles célicos
Y
sempiternas glorías
Ensalcemos
con himnos de placer.
Vencido el siglo pérfido,
Y
sus infames armas y terrores,
A
las penas corpóreas
Se
hicieron superiores,
Y
ora gozan beatos del gran Ser.
A las llamas carnívoras
Y
a los dientes de fieras afilados
Los
inocentes mártires
Son
con furor lanzados,
Desgarrando
sus cuerpos uña atroz.
Sanguinosas
y escuálidas
Cuelgan,
ay! sus entrañas por trofeo,
Y
la sangre derramase,
E
inmóviles los veo
Querer
morir para Vivir en Dios.
Y tú, Redentor ínclito,
Oye
benigno nuestro humilde ruego,
Y
al lado de los Mártires
En
inmortal sosiego
Tus
pobres siervos dígnate admitir.
HIMNO
Ex quo salus mortalium.
Desde
que el mundo, por salvar al hombre
De
un Dios en carne fue teñido en sangre
Émulo
el hombre del Redentor sumo,
Se
la consagra.
La Cruz de Cristo ya no ruboriza,
Antes
es gloria confesar su muerte,
Y
generosos inmolar su vida
Por
Jesucristo.
El santo Mártir en tu amor ardiendo,
Señor,
desprecia la temida muerte
Y
por tu brazo fuerte sostenido
Por
ti combate.
Ve la celeste palma suspirando,
Vuela
al suplicio con segura planta
Lanzase
en brazos de la muerte cruda
Para
vencerla.
Él solo cansa sus verdugos fieros,
Y
les fatiga: pasmase el tirano,
Y
aunque espire de dolor, el Mártir
Vence
al verdugo.
Danos, o Cristo, que igualar podamos
El
valor santo del atleta ilustre
Si
por tu Nombre sostener debemos
Las
hondas penas.
Eternal Padre del eterno Verbo,
Hijo
que eterno sois igual al Padre,
Igual
a entrambas, inmortal Espíritu,
Gloria
a ti sea.
“TRIUNFOS de LOS MARTIRES”
POR S. ALFONSO M. LIGORIO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario