Zacarías, que quiere
decir memoria del Señor, fue
hijo de Baraquías y nieto de Addo, vivió mucho tiempo en Babilonia, y en edad ya
avanzada volvió a Jerusalén, donde en el segundo
año y en el mes octavo de Darío comenzó a profetizar dos meses después que Aggeo,
por lo cual el argumento de estos dos Profetas es uno mismo, bien que el
Espíritu Santo, que había guiado a Aggeo a una simple y sumaria predicación,
quiso variar de estilo en Zacarías, manifestándole muchas visiones de un
sentido muy alto y misterioso, que fuesen como otros tantos retratos de las
doctrinas y profecías que debia proponer. Pero hay muchos lugares tan
difíciles de entender, que san Jerónimo, al comenzar su comentario, dice que es el más oscuro de los doce Profetas menores.
Descubre muy expresamente el nacimiento del
Salvador, juntamente con su pasión y muerte; su reino y sacerdocio; la venida
del Espíritu Santo; la virtud del Evangelio y la vocación de los gentiles; y la
restauración, justificación y glorificación eterna de su Iglesia. Algunos
son de sentir que este Zacarías es el mismo de quien Jesucristo dijo que fue
muerto entre el templo y el altar; aunque san Jerónimo es de
opinión contraria. Su libro contiene catorce capítulos, y
la Iglesia católica usa de la profecía de Zacarías en las lecciones de los
Maitines de la feria sexta en la dominica
quinta de noviembre.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía
de Jesús. (1864).
Traducido del francés. Por el P. J. F.
de ISLA, de la misma Compañía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario