martes, 7 de septiembre de 2021

NOVENA A LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ. DÍA: 2.

 



 

 

COMENZAMOS: 5 de septiembre.

 

FINALIZAMOS: 13 de septiembre.


FESTIVIDAD: 14 de septiembre. 

 

 

 

Sin Cruz, no hay gloria, ninguna,

Ni con Cruz, eterno llanto

Santidad y Cruz, es una;

No hay Cruz que no tenga santo,

Ni santo sin Cruz alguna.

 

 

   Hermano querido en Jesucristo: esta palabra, parece dura a muchos: niégate a tí mismo, toma tu cruz y sigue a Jesús. Pues más duro será oír aquella postrera palabra: Apartaos de mí malditos, al fuego eterno. Pero los que ahora oyen y siguen de buena voluntad la palabra de la Cruz, no temerán, entonces oír la palabra de la eterna condenación. Ésta señal de la Cruz estará en el cielo cuando el Señor vendrá a juzgar. Entonces, todos los siervos de la Cruz que se conformaron en la vida con el Crucificado, se llegarán a Cristo Juez con gran confianza. Pues si así es, ¿pos que temes tomar la Cruz, por la cual se va al reino de Dios? En la Cruz está la salud, en la Cruz está la vida, en la Cruz está la defensa de los enemigos, en la Cruz está la infusión de la suavidad soberana, en la Cruz está la fortaleza del corazón, en la Cruz está el gozo del espíritu, en la Cruz está la perfección de la santidad. No está la salud del alma ni la esperanza de la vida eterna, sino en la Cruz. Toma, pues, tu Cruz y sigue a Jesús, e irás a la vida eterna. El vino primero y llevó su Cruz, y murió en la Cruz por tí: porque tú también la lleves y desees morir en ella. Porque si murieses juntamente con ÉL, vivirás con ÉL, y si fueres compañero de las penas, lo serás también de las glorias.

 

 

MODO DE PRACTICAR ESTA NOVENA.

 

 

   Lo primero que se debe hacer purificarse con una buena confesión; en segundo lugar, si se pudiere, recibir cada dia la sagrada Comunión, y asistir al santo sacrificio, de la Misa; y en tercero, alentarse con una devota confianza de alcanzar de Dios Nuestro Señor la gracia que se desea, si fuere para, bien del alma.

   Será muy oportuno hacer algunas mortificaciones, como cilicio y ayuno, para lo que cada uno debe consultar a su confesor.

 



 

—Poniéndose delante de alguna imagen de Nuestro Señor Jesucristo Crucificado o de la Santísima Cruz y habiéndose persignado, se hará un acto de profundísima adoración a la Santísima Cruz; y si la novena se hace entre varías personas, la persona que lleve la voz dirá: “hagamos un acto de profundísima adoración a la Santísima Cruz” y después de este acto practicado del mejor modo que cada uno pueda, se rezará el siguiente…

 

 

 

ACTO DE CONTRICION

 

 

   Señor mío Jesucristo, que con tu saludable contacto santificaste él madero de la Cruz, para lavar con ella y con tu Sangre preciosa las manchas de mis pecados: me pesa de todo mi corazón de todos los que contra tí he cometido en mi vida; propongo una y mil veces la enmienda, y espero en tu piedad infinita me los has de perdonar.

 

 







SEGUNDO DÍA (6 de septiembre)

 



 SALUTACION.

 

 

   ¡Te saludó, Cruz Santísima!, pon todos los santos Patriarcas, y doy al Señor con ellos, todas cuantas gracias puedo, porque se dignó de honrarte, queriendo que fueses adorada de las gentes, y lo que es más de la Reina de los Ángeles, con aquella adoración que solo se debe a su Majestad Santísima, que sea alabada para siempre. Amén.

 

 


 

LECCION:

 

 

   En el Siguiente día, 26 de Julio, en que la Santa Iglesia celebra la fiesta de Señora Santa Ana, se colocó en este cerrillo de Sangremal, una Cruz de pino que se trajo de lejos, de doce varas de largo y seis de brazos, y se celebró el santo sacrificio, de la Misa, a que precedieron alegres repiques de dos campanas que habían traído, los conquistadores, y, los toques de los clarines, tambores y otros instrumentos bélicos.

   En la noche del mismo dia, los neófitos o recién convertidos, quitaron aquella Cruz de madera y escondieron; y al alborear el dia siguiente insistían pidiendo les diesen, una Cruz en forma, queriendo dar a entender con esta expresión (por no saber explicarse) que les pusiesen una Cruz de materia durable y semejante a la que vieron en medio de aquella luz en el cielo el dia de Santiago; pues las otras dos no eran parecidas a aquella original.

   Para condescender, a sus deseos, se procuraron buscar dichas piedras; y en una de las lomas que están por el rumbo del camino de México, como a media legua de distancia de esta de Sangremal, se encontraron cuatro piedras de cantera, y de estas escogieron tres de las que se formó la Santa Cruz que se venera.

   En el mismo sitio en que se encontraron, se labraron las piedras con la mayor diligencia, una para la cabeza y brazos, y las otras dos para el cuerpo; dándole a su grueso la figura ochavada, sin pulimento alguno, con solo los primeros golpes de la escoda; sacando de altura dos varas y media, y el largo de los brazos proporcionalmente; toda de piedra sólida, arenosa y bastante pesada.

   Labradas ya las piedras, al tenderlas en tierra para ajustar los tamaños, notaron llenos de interior júbilo, que esas mismas ya preciosas piedras, por tener la figura de Cruz, despedían un olor suavísimo, como de lirios, rosas de castilla, claveles y azucenas y todos a una voz exclamaron con estas formales palabras: LA CRUZ MILAGRO, CRUZ MILAGRO, PORQUE CUANDO HICIMOS LA ENTRADA EL DÍA DE SANTIAGO APARECIÓ ESTA SANTÍSIMA CRUZ, ES MILAGRO. (Un testimonio auténtico de la Verdad de esta historia tenemos en el escudo de armas que de tiempo inmemorial tiene esta nobilísima ciudad do Querétaro. En los cuadros superiores se ven la Santa Cruz y la imagen de Santiago; sirviendo el sol con sus estrellas de pedestal a la cruz. El motivo de hallar estas imágenes en el escudo es, el haberse tenido por Verdadera la aparición de la Santa Cruz y del Santo Apóstol, y deberse a esto la pacificación de Querétaro; el sol Con las estrellas alude a lo opaco que se vio en aquel día).

 

 




 

—Ahora se sentarán todos para escuchar la siguiente…

 

 

—Más tú, Señor ten misericordia de nosotros.

 

 

Se responderá: Gracias a Dios.

 

 

 

—Enseguida se dice cinco veces la oración del Padrenuestro, y después la, Antífona y el verso siguiente:

 

 

 

ANTIFONA.

 

 

   ¡Oh Cruz Santísima!, más resplandeciente que todos los astros, y más santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable, que sola fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño, dulces clavos, dulces penas, que toleradas en tí por mi Señor Jesucristo fueron el remedio nuestro: salva a todos los cristianos que en este dia repiten tus alabanzas.

 

 

 —Adorémoste Cristo y bendecímoste.

 

 —Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

 

 —Por último, se reza la siguiente oración, que   es para todos los días:

 

   ¡Oh Cruz Santísima!, nobilísima entre todos los árboles frondosos; que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia: reino del Padre, cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo: honra y gloria del mismo Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, esperanza de los cristianos, vida de los muertos, báculo de los débiles, guía de los ciegos, consuelo de los pobres, freno de los ricos, padre de los huérfanos, defensa de las viudas, descanso de los atribulados, luz de nuestras ignorancias, pregón de los Profetas, predicador de los Apóstoles, gloria de los Mártires, abstinencia de los monjes, castidad de las vírgenes, alegría de los santos, júbilo de los sacerdotes, seguridad de los justos, fundamento de la Iglesia, fortaleza de los flacos, medicina de los enfermos, pan de los necesitados, fuente de los sedientos, abrigo de los desnudos, triunfo del demonio, muerte del pecado, raíz y causa de todo bien; oliva frondosa, cedro escogido de Dios, palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del Omnipotente Rey, árbol de la vida, y fuente de la bienaventuranza: te adoro, te bendigo, te alabo y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus misteriosos brazos la necesidad presente: ... (decimos nuestra necesidad), con todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor de remediarlas, si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de tí misma, que es lo que yo más deseo; y sobre todo una acertada, feliz y dichosa muerte, y que por tí me reciba el que por tí se dignó de redimirme que es mí Señor Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

 —POR ULTIMO…

 

 

 ADORACIÓN A LA SANTA CRUZ.

 

   Alabado sea mil veces

El Santísimo madero

De la Cruz, en quien obró

Jesús el remedio nuestro.

 

 

   Y la sagrada pasión

De Redentor tan Supremo,

Que, siendo Dios por esencia,

Murió por salvar su pueblo.

 

 

   Y los agudos dolores

De la Reina de los cielos,

Que como piadosa Madre

Le acompañó en los tormentos.

 

 

   Así sea por los siglos,

Y de los siglos eternos:

Para que así para siempre

La Santa Cruz adoremos.

 

 

   Amén, oliva preciosa,

Amén, escogido cedro,

Amén, encumbrada palma,

Ciprés de la Iglesia excelso.

 

 

   Amén, árbol de la vida,

Amén, hasta que en el cielo

Por toda la eternidad

Tus alabanzas cantemos. 

 

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