viernes, 10 de septiembre de 2021

NOVENA A LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ. DÍA: 5.


 



COMENZAMOS: 5 de septiembre.

 


FINALIZAMOS: 13 de septiembre.



FESTIVIDAD: 14 de septiembre. 

 

 

 

Sin Cruz, no hay gloria, ninguna,

Ni con Cruz, eterno llanto

Santidad y Cruz, es una;

No hay Cruz que no tenga santo,

Ni santo sin Cruz alguna.

 

 

   Hermano querido en Jesucristo: esta palabra, parece dura a muchos: niégate a tí mismo, toma tu cruz y sigue a Jesús. Pues más duro será oír aquella postrera palabra: Apartaos de mí malditos, al fuego eterno. Pero los que ahora oyen y siguen de buena voluntad la palabra de la Cruz, no temerán, entonces oír la palabra de la eterna condenación. Ésta señal de la Cruz estará en el cielo cuando el Señor vendrá a juzgar. Entonces, todos los siervos de la Cruz que se conformaron en la vida con el Crucificado, se llegarán a Cristo Juez con gran confianza. Pues si así es, ¿pos que temes tomar la Cruz, por la cual se va al reino de Dios? En la Cruz está la salud, en la Cruz está la vida, en la Cruz está la defensa de los enemigos, en la Cruz está la infusión de la suavidad soberana, en la Cruz está la fortaleza del corazón, en la Cruz está el gozo del espíritu, en la Cruz está la perfección de la santidad. No está la salud del alma ni la esperanza de la vida eterna, sino en la Cruz. Toma, pues, tu Cruz y sigue a Jesús, e irás a la vida eterna. El vino primero y llevó su Cruz, y murió en la Cruz por tí: porque tú también la lleves y desees morir en ella. Porque si murieses juntamente con ÉL, vivirás con ÉL, y si fueres compañero de las penas, lo serás también de las glorias.

 

 

MODO DE PRACTICAR ESTA NOVENA.

 

 

   Lo primero que se debe hacer purificarse con una buena confesión; en segundo lugar, si se pudiere, recibir cada dia la sagrada Comunión, y asistir al santo sacrificio, de la Misa; y en tercero, alentarse con una devota confianza de alcanzar de Dios Nuestro Señor la gracia que se desea, si fuere para, bien del alma.

   Será muy oportuno hacer algunas mortificaciones, como cilicio y ayuno, para lo que cada uno debe consultar a su confesor.

 

 

 

—Poniéndose delante de alguna imagen de Nuestro Señor Jesucristo Crucificado o de la Santísima Cruz y habiéndose persignado, se hará un acto de profundísima adoración a la Santísima Cruz; y si la novena se hace entre varías personas, la persona que lleve la voz dirá: “hagamos un acto de profundísima adoración a la Santísima Cruz” y después de este acto practicado del mejor modo que cada uno pueda, se rezará el siguiente…

 

 

 

ACTO DE CONTRICION

 

 

   Señor mío Jesucristo, que con tu saludable contacto santificaste él madero de la Cruz, para lavar con ella y con tu Sangre preciosa las manchas de mis pecados: me pesa de todo mi corazón de todos los que contra tí he cometido en mi vida; propongo una y mil veces la enmienda, y espero en tu piedad infinita me los has de perdonar.

 






 

 QUINTO DÍA (9 de septiembre).


 

SALUTACION.

 

 

   Saludote, Cruz Santísima, con todos los santos Evangelistas, y doy al Señor con ellos todas cuantas gracias puedo, porque se dignó de honrarte, haciendo que en tu virtud se salven muchísimas almas; siendo tú la llave maestra que a todos les franqueas el paraíso, para gozarle en la gloria, cantando a Dios alabanzas por toda la eternidad. Amén.

 

 

 

LECCION.

 

 

   Antes de que se le fabricase a la Santísima Cruz segunda capilla, era costumbre inviolable celebrar bajo una enramada, la fiesta del dia 3 de Mayo, a la que concurría todo el pueblo.

 

   El año de 1609 la víspera de esta fiesta, se comenzaron a observar en nuestra Cruz Santísima unos raros movimientos; y el dia siguiente al tiempo de cantar la Misa el R. P. Fr. José de Valderabano, Guardián entonces del convento parroquial de N. S. P. S. Francisco, se movió la Santísima Cruz a vista del numeroso concurso, con más violencia que aquella con que se sacuden los árboles agitados de un recio viento.

 

   Eran estos temblores tan admirables, que movían la Santísima Cruz de Oriente a Poniente y de Norte a Sur, formando otra cruz en el aire; aumentándose el asombro al observar, cuando iba pasando aquel raro movimiento, que las piedras que solo citaban unidas con cal y arena, no se separaban para nada de su lugar, pareciendo nuestra Cruz Santísima tan flexible como si fuese de mimbres.

 

   Desde este dia se repitieron los movimientos con tanta frecuencia, que apenas quedó persona en toda la población y sus contornos, que no viniese a observar y cerciorarse de esta maravilla: y aun de lugares distantes concurrían muchos atraídos de la fama de este portento, y que fueron otros tantos testigos de su verdad.

 

   Estos movimientos asombrosos eran más ordinarios los viernes.

 

   El lunes 6 de Mayo de 1680 tembló la Santísima Cruz tres veces, durando en cada temblor tres cuartos de hora, y siendo como de un cuarto de hora el intervalo de uno a otro temblor, el tercer temblor fué más fuerte, porque estando en la Iglesia más de mil personas, que con los sollozos y alboroto hacían mucho ruido, sin embargo, el que nuestra Cruz Santísima hacia contra la caja de plata y cristales que la cubrían y adornaban, era tan fuerte, que se oía hasta fuera de la iglesia.

 

   En dicho año hubo dia que la Santísima Cruz tembló treinta y tres veces, desde la una hasta las tres de la tarde, y fueron tan repetidos los movimientos, y con tanta violencia, que pusieron a toda la población en gran cuidado y se observó que el mismo año los indios de Nuevo-México quitaron la vida a veintiún religiosos franciscanos en odio de nuestra santa fe.  

 

   El año de 1683, desde la media noche del 30 de Mayo, estuvo la Santísima Cruz temblando por casi veinticuatro horas, y con tanta violencia, que el ruido de los cristales parecía al que hacen los coches cuando corren; y el dia en que cesaron los movimientos que fue 1º de Junio, llegó la misión de los religiosos, que venían a fundar este Colegio Apostólico, que antes era Convento de recolección de la Santa Provincia de Franciscanos do Machoacan.

 




   Que en efecto sean milagros estos movimientos, parece no puede dudarse; porque estar una Cruz de diversas piedras sólidas en un altar, dos varas y media de largo fuera de la peana, y pesar esa misma Cruz cuarenta y cuatro arrobas veintitrés libras; y moverse tan fuertemente sin que se muevan el altar, los candeleros y ramilletes, es cosa que miran los ojos, pero no lo alcanza la razón.

 


 —Más tú, Señor ten misericordia de nosotros.

 

 Se responderá: Gracias a Dios.

 

 

 

—Enseguida se dice cinco veces la oración del Padrenuestro, y después la, Antífona y el verso siguiente:

 

 

 

ANTIFONA.

 

 

   ¡Oh Cruz Santísima!, más resplandeciente que todos los astros, y más santa que los santos; para el mundo célebre, para los hombres amable, que sola fuiste digna de contener en tu gremio todo el rescate del mundo; dulce leño, dulces clavos, dulces penas, que toleradas en tí por mi Señor Jesucristo fueron el remedio nuestro: salva a todos los cristianos que en este dia repiten tus alabanzas.

 

 

 —Adorémoste Cristo y te bendecimos.

 

 —Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

 

 

 

—Por último, se reza la siguiente oración, que   es para todos los días:

 

 

   ¡Oh Cruz Santísima!, nobilísima entre todos los árboles frondosos; que hermoseas el jardín ameno de la militante Iglesia: reino del Padre, cetro del Hijo, sello del Espíritu Santo: honra y gloria del mismo Crucificado, crédito de las maravillas de Dios, esperanza de los cristianos, vida de los muertos, báculo de los débiles, guía de los ciegos, consuelo de los pobres, freno de los ricos, padre de los huérfanos, defensa de las viudas, descanso de los atribulados, luz de nuestras ignorancias, pregón de los Profetas, predicador de los Apóstoles, gloria de los Mártires, abstinencia de los monjes, castidad de las vírgenes, alegría de los santos, júbilo de los sacerdotes, seguridad de los justos, fundamento de la Iglesia, fortaleza de los flacos, medicina de los enfermos, pan de los necesitados, fuente de los sedientos, abrigo de los desnudos, triunfo del demonio, muerte del pecado, raíz y causa de todo bien; oliva frondosa, cedro escogido de Dios, palma encumbrada en el jardín de la Iglesia, ciprés excelso, trono sagrado del Omnipotente Rey, árbol de la vida, y fuente de la bienaventuranza: te adoro, te bendigo, te alabo y doy a Dios muchas gracias, poniendo debajo de tus misteriosos brazos la necesidad presente: ... (decimos nuestra necesidad), con todas las de la Iglesia, para que por tu virtud se digne el Señor de remediarlas, si ha de ser para servirle, bien de mi alma, aumento de la virtud y crédito de tí misma, que es lo que yo más deseo; y sobre todo una acertada, feliz y dichosa muerte, y que por tí me reciba el que por tí se dignó de redimirme que es mí Señor Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

 

—POR ULTIMO…

 

 

ADORACIÓN A LA SANTA CRUZ.

 

   Alabado sea mil veces

El Santísimo madero

De la Cruz, en quien obró

Jesús el remedio nuestro.

 

 

   Y la sagrada pasión

De Redentor tan Supremo,

Que, siendo Dios por esencia,

Murió por salvar su pueblo.

 

 

   Y los agudos dolores

De la Reina de los cielos,

Que como piadosa Madre

Le acompañó en los tormentos.

 

 

   Así sea por los siglos,

Y de los siglos eternos:

Para que así para siempre

La Santa Cruz adoremos.

 

 

   Amén, oliva preciosa,

Amén, escogido cedro,

Amén, encumbrada palma,

Ciprés de la Iglesia excelso.

 

 

   Amén, árbol de la vida,

Amén, hasta que en el cielo

Por toda la eternidad

Tus alabanzas cantemos. 

 


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