— En
Turín, el nacimiento al cielo de san Juan Bosco, Confesor, Fundador de la
Sociedad Salesiana y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora; insigne
por el celo de las almas y por la propagación de la fe: al cual el Sumo
Pontífice Pío XI puso en el catálogo de los Santos.
—En Roma, en la vía Portuense, san Ciro y san Juan, mártires,
los cuales, después de haber sufrido muchos tormentos por la confesión del
nombre de Jesucristo, fueron decapitados.
—En Alejandría, san Metrano, mártir, que fué bárbaramente
apaleado en tiempo del emperador Pecio por no querer decir las palabras impías
que le proponían los paganos. Después le punzaron la cara y ojos con cañas agudísimas,
y sacándole fuera de la ciudad sin cesar de atormentarle, le apedrearon hasta
dejarle muerto.
—En la misma ciudad, los santos mártires Saturnino, Tirso
y Víctor.
—Además, los santos Tarsicio, Zótico, Ciríaco y
compañeros, mártires.
—En Cícico del Helesponto, santa Trifena, la que, después
de haber vencido muchos tormentos, mereció la palma del martirio siendo muerta
por un toro.
—En Módena, san Geminiano, obispo, ilustre por sus gloriosos milagros.
—En Milán, san Julio, presbítero y confesor, que floreció en tiempo del
emperador Teodosio.
—En Roma, santa Marcela, viuda, cuyo elogio ha escrito san Jerónimo.
—También en Roma, la bienaventurada beata Luisa de Albertonia, viuda
romana, de la orden tercera de san Francisco, mujer de una eminente virtud.
—El mismo dia, la traslación de san Marcos evangelista,
cuando fué traído de Alejandría, ciudad de Egipto ocupada entonces por los
bárbaros, a la ciudad de Venecia, donde fué colocado con grande pompa en la
iglesia mayor, consagrada a Dios bajo su nombre.
—En Viterbo, santa Jacinta Marescoti, virgen, religiosa de la orden tercera
de san Francisco, que habiéndose elevado animosamente sobre las seducciones del
siglo y de la sensualidad, se esforzó constantemente en agradar a su divino
esposo por su caridad, su humildad y sus mortificaciones corporales. Fue
canonizada por el Papa Pio VII.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
Alabado y
glorificado sea Dios eternamente.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús.
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