—En Roma, san Fabian, papa y mártir, que sufrió la muerte
bajo el emperador Decio, y fué enterrado en el cementerio de Calisto.
—Allí mismo, en las Catacumbas, san Sebastian, mártir,
que, siendo capitán de la primera compañía de guardias del pretorio, por su
cualidad de cristiano, fué atado a un árbol en medio del campo, asaeteado por
sus propios soldados, y en fin apaleado hasta que rindió la vida.
—En Nicea, en Bitinia, san Neófito, mártir, que, siendo de
edad de quince años, fué azotado con varas, arrojado a un horno ardiendo y
expuesto a las bestias; pero como no hubiese recibido lesión alguna, y
perseverase con mayor constancia en confesar la fe de Jesucristo, fué por
último degollado.
—En Cesena, san Mauro, obispo, ilustre por sus virtudes y sus milagros.
—En Palestina, san Eutimio, abad, célebre por su celo en mantener la
disciplina católica, y por la grandeza de sus milagros. Fué uno de los
ornamentos de la Iglesia en tiempo del emperador Marciano.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
Alabado y
glorificado sea Dios eternamente.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario