—Vivían en Roma en tiempo de los emperadores Valeriano y Galieno,
y por orden del primero fueron presos y atormentados. Primeramente, padeció martirio san
Sinfronio,
y fué tanta su constancia en los tormentos y los portentos que obró, que los
dos esposos Olimpio y Exuperia, que
eran testigos del martirio, confesaron a Jesucristo y quisieron ser confundidos
con él en los suplicios. Teódulo, su hijo, quiso también participar de su corona,
y habiendo sido bautizados todos por el papa san Esteban, al día siguiente recibieron
la corona de la gloria, siendo abrasados vivos el día 26 de julio del año 256.
LA
LEYENDA DE ORO (1897)
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