ORACIÓN DEL SANTO
SUDARIO.
Señor Dios que nos
dejaste las señales de tu pasión en la Sábana Santa, en la cual fue envuelto tu
cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura seamos llevados a la gloria de
la Resurrección, donde vives y Reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu
Santo Dios por todos los siglos.
DÍA PRIMERO.
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quién sois y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido;
propongo firmemente nunca
más pecar,
apartarme de todas las
ocasiones de ofenderos,
confesarme y, cumplir la
penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida,
obras y trabajos,
en satisfacción de todos
mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y
misericordia infinita,
que los perdonareis, por
los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia
para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio,
hasta el fin de mi vida.
Amén.
ORACIÓN DÍA PRIMERO:
Señor mío Jesucristo, que quieres que
tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos las
concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en
el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de
aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intersección de tu Madre Purísima
y de San José.
ORACIÓN FINAL(PARA TODOS LOS DÍAS).
¡Oh María!, Madre de misericordia: acuérdate de los
hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus
méritos a tu hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de
aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria donde gocen de tu vista
dulcísima y de la de tu Hijo bendito.
¡Oh glorioso Patriarca
San José!, intercede juntamente con
tu Esposa ante tu Hijo por las Almas del Purgatorio.
—No
te acuerdes, Señor de mis pecados.
—Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
—Dirige,
Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
—Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
—Dales,
Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
—Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro…
—De
la puerta del Infierno.
—Saca, Señor, sus almas.
—Descansen
en paz.
—Amén.
—Señor,
oye mi oración.
—Y llegue a Ti mi clamor.
OREMOS:
¡Oh Dios Mío!,
de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las
almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las
dejes en el Purgatorio, sino que mandes que tus santos Ángeles las tomen y las
lleven a la Patria del Paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en Ti, no
padezcan las penas del Purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.
—Dales
Señor el descanso eterno.
—Y luzca para ellos la luz perpetua.
—Descansen
en paz.
—Amén.
DÍA SEGUNDO.
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN.
Señor mío Jesucristo, que
eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en Ti nos unimos como miembros
de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo
y que nuestras oraciones y sufragio de buenas obras aprovechen a las ánimas de
nuestros hermanos del Purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus
hermanos del cielo.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA TERCERO
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, que
a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra: concédenos la
gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no
pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor
del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el
Purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA CUARTO.
Por la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los
pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados
veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometidos, están ahora
purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de
sus penas, llevándoles a la gloria eterna.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA QUINTO.
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no
pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en
la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la
mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y
sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA SEXTO
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, que
quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a
nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero
especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está
novena, para que logren el descanso eterno.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA SÉPTIMO
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, que
a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos
sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los
purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos
los demás rogándote que les conceda a todos ellos la gloria y a nosotros
recibir bien los últimos sacramentos.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA OCTAVO
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo
demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los
retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en
desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que
gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los
bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.
—Terminar
con la oración final y el responso.
DÍA NOVENO
Por
la señal…
Señor
mío, Jesucristo…
ORACIÓN:
Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad
es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la
hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos,
compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas.
Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas;
los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de
tus manos su libertad y la gloria eterna.
—Terminar
con la oración final y el responso.
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