—En Roma, santa Zoé, mártir, esposa del mártir san Nicostrato,
que, prendida en tiempo de Diocleciano por los perseguidores, estando haciendo
oración delante de la Confesión de san Pedro, fué encerrada en un lóbrego
calabazo; luego colgada por el pelo y el cuello de un árbol bajo el cual
hicieron una grande humareda, rindió el espíritu al Criador confesando el santo
nombre de Jesús.
—En Siria, la fiesta de san Domiciano, mártir, que con sus
milagros hizo tamaños bienes a los moradores.
—En Cirene en Libia, santa Cirila, que en tiempo de Diocleciano
mantuvo largo rato en las manos unos carbones encendidos con incienso, temerosa
de que, si los arrojaba, interpretasen la acción como sacrificio a los falsos
dioses. Luego desgarrada cruelmente, fue adornada con su sangre a reunirse con
su Esposo.
—En Jerusalén, san Atanasio, diácono, que, prendido por
los herejes a causa de su adhesión al santo concilio de Calcedonia, después de
haber padecido toda especie de tormentos, fué por último degollado.
—En Sicilia, san Agaton y santa Trifina, mártires.
—En Tomes en Escitia, los santos mártires Marín, Teodoto
y Sedofo.
—En Tréveris, san Numerion, obispo y confesor.
—En San Severino en la Marca de Ancona, santa Filomena, virgen.
—En Couserans, san Valier, primer obispo de aquella ciudad, según relación
de san Gregorio de Tours, quien dice también que Teodoro de Couserans mandó edificar
una iglesia magnifica sobre su sepulcro, y que se llevó como reliquias unos
pedazos de sus vestiduras.
—En Sens, san Paulo, obispo de aquella ciudad.
—En Paris, el fallecimiento del venerable Hugo de San Víctor, célebre por
sus escritos y piedad.
—En Alejandría, san Arpotes, confesor.
—En la villita de Tiberino cerca de Seleucia, santa Marta, viuda, madre de
san Simeon Estilita el mozo.
—En dicho dia, san Atanasio de Trebisonza, monje del monte Atos, llamado
Abran antes de su profesión.
—En Egipto, san Sisoes, confesor.
—En Inglaterra, santa Modvena, abadesa.
Sacado de AÑO CRISTIANO POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús.
Traducido del francés, por el P. J. F. DE ISLA, de la misma compañía. Año
1864.
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