—En
Roma, la fiesta de doscientos sesenta y dos mártires, que, habiendo sido
víctimas por la fe de Jesucristo, en la persecución de Diocleciano, fueron
enterrados en la antigua vía Salaria, en la falda del Concombro.
—En
Terracina, san Montan, soldado, que, después de repetidos tormentos, recibió la
corona del martirio en tiempo del emperador Adriano y del varón consular
Leoncio.
—En
Venafro, los santos mártires Nicandro y Marciano, que perdieron la cabeza en la
persecución de Maximiano.
—En
Calcedonia, los santos mártires Manuel, Sabed e Ismael, que, enviados cerca de
Juliano Apóstata como embajadores del rey de Persia, para tratar de la paz, y
no queriendo adorar a los ídolos, como se les mandaba, antes bien desechando
con denuedo semejante proposición, fueron pasados a cuchillo.
—En
Apolonia de Macedonia, los santos mártires Isauro, diácono, Inocencio, Félix,
Jeremías y Peregrin atenienses, que, después de haber sido diferentemente
atormentados según orden del tribuno Triporcio, fueron al cabo decapitados.
—En Ambería de
Umbría, san Himero, obispo, cuyo cuerpo ha sido trasladado a Cremona.
—En Berry, san
Gondulfó, obispo.
—En Orleans, san
Avito, presbítero y confesor.
—En Frigia, san
Hipacio, confesor, y san Besarion, anacoreta.
—En Pisa de
Toscana, san Rainerio, confesor.
—En Marcenay,
diócesis de Langres, san Vorlo, confesor.
—En la diócesis de
León en la Bretaña, san Hervé, exorcista, hijo de Huardon, músico del rey
Childeberto.
—En Aviñón, san
Vrimo, obispo, sucesor de san Agrícola.
—En
Chatillon-de-Loira en el Nivernés, san Pozan, presbítero, varón de admirable
sencillez.
—En
Roma en Siete columnas, el martirio de san Diógenes.
—En
Aguileya, santa Musca y santa Ciria, mártires.
—En Egipto, san
Prior, solitario, discípulo de san Antonio.
—En Etiopía, san
Nob, abad.
Sacado de AÑO CRISTIANO POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús.
Traducido del francés, por el P. J. F. DE ISLA, de la misma compañía. Año
1864.
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