—En Cesaréa de Palestina, san Marino, soldado,
y san Asterio, senador, martirizados en la persecución de Valeriano: el
primero fué acusado por sus camaradas de que, hacia profesión del cristianismo,
e interrogado por el juez, confesó altamente que era cristiano, por cuya causa
fué decapitado, y alcanzó la corona del martirio. Asterio, habiendo prestado
sus hombros y tendido su capa para recibir el cuerpo del mártir, logró pronto
el mismo honor que tributaba siendo luego martirizado.
—En España, los santos Hemeterio y Celedonio, soldados del ejército
acampado en León, ciudad de Galicia (En tiempo de los Romanos: ahora es capital
del reino de su nombre), los cuales, habiendo salido para Calahorra, durante una
persecución que se levantó contra los cristianos, después de sufrir allí muchos
tormentos por la confesión del nombre de Jesucristo, fueron coronados con el
martirio.
—En el mismo dia, el martirio de los santos
Félix, Luciolo, Fortunato, Marcia y compañeros, como también el de los santos Cleonicio, Eutropio y Basilisco, soldados; los
cuales, en la persecución de Maximiano, bajo el presidente Asclepiades,
triunfaron felizmente padeciendo el suplicio de la cruz.
—En Brescia, san Ticiano, obispo y confesor.
—En Bamberga, santa Cunegunda, emperatriz, permaneció
virgen en el matrimonio, consintiéndolo su marido el emperador
Enrique I, y colmada de los méritos de sus buenas obras, murió santamente,
siendo después de su muerte esclarecida en milagros.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
Alabado y
glorificado sea Dios eternamente.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).
Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la
misma Compañía.
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