Señor mío Jesucristo, verdadero Dios, y
Hombre, a
cuyo nombre Santísimo se rinden los Cielos, Tierra, é Infierno, humildemente
postrado os adoro, y glorifico por vuestras perfecciones infinitas, y porque os
dignasteis venir al mundo para sacarme de la esclavitud, y tiranía del Demonio;
y pues quisisteis tener por Padre a el Santísimo Patriarca Señor San José, en
quien resplandecen todas las virtudes de los Celestiales Espíritus, por sus
méritos rendidamente os suplico, adornéis mi alma con una viva Fe, Esperanza
firme, y ardiente Claridad, y asimismo con las demás virtudes, y gracias, de
que necesito, para que así pueda presentarla ante el Divino acatamiento, cuando
fuere vuestra voluntad, parezca en juicio, del que por los méritos de vuestra
preciosa Sangre, y la intercesión de este poderosísimo Santo espero salir libre
para la Gloria. Amén.
PRIMERA ORACIÓN.
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de
vuestra Madre, y Reyna de los Ángeles a el Señor San José; y porque por este título
lo constituisteis Superior a los Espíritus Angélicos. Os suplico, me concedáis
estar en compañía de los Ángeles en la Gloria. Amén.
—Pater noster y Ave María.
SEGUNDA ORACIÓN.
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de
vuestra Madre, y Reyna de los Patriarcas a el Señor San José y porque por este título
lo constituisteis Superior a los Patriarcas todos. Os suplico, me concedáis el
cumplimiento de mis deseos de veros en la Gloria. Amén.
—Pater noster y Ave María.
TERCERA ORACIÓN.
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de
vuestra Madre, y Reyna de los Profetas a el Señor San José; y porque por este título
la constituisteis Superior a los Profetas todos. Os suplico, que yo anuncie en
la tierra vuestro Nombre, y alabe por eternidades en la Gloria. Amén.
—Pater noster Ave María.
QUARTA ORACIÓN.
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra
Madre, y Reyna de los Apóstoles a el Señor San José; y porque por este título
lo constituisteis Superior a los Apóstoles todos. Os suplico, me concedáis, que
yo predique con mi buen ejemplo vuestra Santa Ley a todos, y logre el premio de
vuestra Gloria. Amén.
—Pater noster Ave María.
QUINTA ORACIÓN.
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de
vuestra Madre, y Reyna de los Mártires a el Señor San José y porque por este título
lo constituisteis Superior a los Mártires todos. Os suplico, me concedáis, que
yo viva y muera en vuestra Santa Fe, dando testimonio de ella con mis buenas
obras para merecer la Gloria. Amén.
—Pater noster y Ave María.
SEXTA ORACIÓN.
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de
vuestra Madre y Reyna de los Confesores al Señor San José; y porque por éste título
lo constituisteis Superior a los Confesores todos. Os suplico, que adornéis mi
alma con todo género de virtudes en esta vida, y en la otra con los resplandores
de vuestra Gloria. Amén.
—Pater noster y Ave María.
SÉPTIMA ORACIÓN:
Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra
Madre, y Reyna de las, Vírgenes al Señor San José y porque por este título lo
constituisteis Superior a todos los que florecieron con la purísima virtud de
la Virginidad. Os suplico, me concedáis una pureza grande de intención en todas
mis obras, palabras, y pensamientos, para que todo se dirija a vuestra mayor
honra, gloria. Amén.
—Pater noster y Ave María.
OFRECIMIENTO.
Excelentísimo, Patriarca Señor San José, Padre dichosísimo de Jesús, Santo de los
Santos, Esposo dignísimo de María Reyna de los Santos todos, constituido por
este título Superior a todos ellos; sea infinidad de veces alabada, y
glorificada en los Cielos, y en la tierra la Beatísima Trinidad, porque te
elevó a tan alto grado, y porque se dignó ponerte en su Iglesia para universal
consuelo de nuestras aflicciones, alivio de nuestros males, socorro de nuestras
necesidades, amparo de miserables pecadores, refugio de atribulados
agonizantes, y protección de todos los Cristianos. Y pues en tí, o Santo mío,
se hallan en eminente grado todas las perfecciones de todas las criaturas, a ti
recurro humilmente confiado, y rendidamente te suplico, me asistas en todas mis
necesidades. Asísteme, Padre mío; Protector mío, asísteme ahora, y en la hora
de mi muerte: desde ahora te pido socorro, y favor para aquella hora; no me desampares
aquel horrible trance, hasta que separada del cuerpo mi alma la pongas en manos
de mi Redentor Jesús; y yo ponga término, y fin a mí Vida, diciendo: Jesús me
reciba, María me ampare y José me defienda. Amén.
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