viernes, 20 de marzo de 2020

AL SANTÍSIMO PATRIARCA SEÑOR SAN JOSÉ (oración para el día 19 de su festividad).




Señor mío Jesucristo, verdadero Dios, y Hombre, a cuyo nombre Santísimo se rinden los Cielos, Tierra, é Infierno, humildemente postrado os adoro, y glorifico por vuestras perfecciones infinitas, y porque os dignasteis venir al mundo para sacarme de la esclavitud, y tiranía del Demonio; y pues quisisteis tener por Padre a el Santísimo Patriarca Señor San José, en quien resplandecen todas las virtudes de los Celestiales Espíritus, por sus méritos rendidamente os suplico, adornéis mi alma con una viva Fe, Esperanza firme, y ardiente Claridad, y asimismo con las demás virtudes, y gracias, de que necesito, para que así pueda presentarla ante el Divino acatamiento, cuando fuere vuestra voluntad, parezca en juicio, del que por los méritos de vuestra preciosa Sangre, y la intercesión de este poderosísimo Santo espero salir libre para la Gloria. Amén.




 PRIMERA ORACIÓN.

Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre, y Reyna de los Ángeles a el Señor San José; y porque por este título lo constituisteis Superior a los Espíritus Angélicos. Os suplico, me concedáis estar en compañía de los Ángeles en la Gloria. Amén.

—Pater noster y Ave María.






SEGUNDA ORACIÓN.


Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre, y Reyna de los Patriarcas a el Señor San José y porque por este título lo constituisteis Superior a los Patriarcas todos. Os suplico, me concedáis el cumplimiento de mis deseos de veros en la Gloria. Amén.

—Pater noster y Ave María.








TERCERA ORACIÓN.


Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre, y Reyna de los Profetas a el Señor San José; y porque por este título la constituisteis Superior a los Profetas todos. Os suplico, que yo anuncie en la tierra vuestro Nombre, y alabe por eternidades en la Gloria. Amén.

—Pater noster Ave María.






QUARTA ORACIÓN.


Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre, y Reyna de los Apóstoles a el Señor San José; y porque por este título lo constituisteis Superior a los Apóstoles todos. Os suplico, me concedáis, que yo predique con mi buen ejemplo vuestra Santa Ley a todos, y logre el premio de vuestra Gloria. Amén.


—Pater noster Ave María.






QUINTA ORACIÓN.


Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre, y Reyna de los Mártires a el Señor San José y porque por este título lo constituisteis Superior a los Mártires todos. Os suplico, me concedáis, que yo viva y muera en vuestra Santa Fe, dando testimonio de ella con mis buenas obras para merecer la Gloria. Amén.


—Pater noster y Ave María.








SEXTA ORACIÓN.


Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre y Reyna de los Confesores al Señor San José; y porque por éste título lo constituisteis Superior a los Confesores todos. Os suplico, que adornéis mi alma con todo género de virtudes en esta vida, y en la otra con los resplandores de vuestra Gloria. Amén.



—Pater noster y Ave María.






SÉPTIMA ORACIÓN:


Gracias os doy, Omnipotente Dios, porque elegisteis para Esposo de vuestra Madre, y Reyna de las, Vírgenes al Señor San José y porque por este título lo constituisteis Superior a todos los que florecieron con la purísima virtud de la Virginidad. Os suplico, me concedáis una pureza grande de intención en todas mis obras, palabras, y pensamientos, para que todo se dirija a vuestra mayor honra, gloria. Amén.


—Pater noster y Ave María.






OFRECIMIENTO.


Excelentísimo, Patriarca Señor San José, Padre dichosísimo de Jesús, Santo de los Santos, Esposo dignísimo de María Reyna de los Santos todos, constituido por este título Superior a todos ellos; sea infinidad de veces alabada, y glorificada en los Cielos, y en la tierra la Beatísima Trinidad, porque te elevó a tan alto grado, y porque se dignó ponerte en su Iglesia para universal consuelo de nuestras aflicciones, alivio de nuestros males, socorro de nuestras necesidades, amparo de miserables pecadores, refugio de atribulados agonizantes, y protección de todos los Cristianos. Y pues en tí, o Santo mío, se hallan en eminente grado todas las perfecciones de todas las criaturas, a ti recurro humilmente confiado, y rendidamente te suplico, me asistas en todas mis necesidades. Asísteme, Padre mío; Protector mío, asísteme ahora, y en la hora de mi muerte: desde ahora te pido socorro, y favor para aquella hora; no me desampares aquel horrible trance, hasta que separada del cuerpo mi alma la pongas en manos de mi Redentor Jesús; y yo ponga término, y fin a mí Vida, diciendo: Jesús me reciba, María me ampare y José me defienda. Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario