—La Anunciación de la santísima virgen María,
madre de Dios.
—En Roma, san Quirino, mártir, el cual
en tiempo del emperador Claudio después de haber sido despojado de sus bienes y
encerrado en una asquerosa cárcel, y atormentado cruelmente a fuerza de azotes, fue degollado y echado en el Tíber. Después, habiéndolo hallado los cristianos
en la isla Licaonia, lo enterraron en el cementerio de Ponciano.
—Allí mismo, doscientos sesenta y dos mártires.
—En Sirmio, la pasión de san Ireneo, obispo y
mártir, el cual, en tiempo del emperador Maximiano, siendo presidente
Probo, primeramente, fué molestado con muy crueles martirios, después
atormentado también por espacio de muchos días en la cárcel, y, por último, cortándole
la cabeza, acabó su vida.
—En Nicomedia, santa Dula, esclava de un
soldado, la cual, habiendo perdido la vida por conservar la castidad, mereció
la corona del martirio.
—En Jerusalén, la conmemoración del santo
Ladrón Dimas, quien, confesando a Jesucristo en la
cruz, mereció oír de su boca: Hoy serás
conmigo en el paraíso.
—En Laodicea, san Pelayo, obispo, el
cual, habiendo padecido, en tiempo de Valente, destierro y otros trabajos por
defender la fe católica, murió en el Señor.
—En Pistoya, los santos confesores Baroncio y
Desiderio.
—En Andro, isla del rio Loira, san Ermelando,
abad, cuya gloriosa vida hicieron recomendable sus grandes milagros.
—Y en otras partes se hace la fiesta y la conmemoración
de otros muchos santos Mártires, Confesores y santas Vírgenes.
Alabado y
glorificado sea Dios eternamente.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía de Jesús. (1864).
Traducido del francés. Por el P. J. F. de ISLA, de la
misma Compañía.
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