—COMENZAMOS: 9 de octubre.
—FINALIZAMOS: 17 de octubre. (festividad
de su muerte).
ACTO DE CONTRICIÓN. (Este acto de contrición está compuesto con frases
armadas de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque.
¡Dios mío! al considerarme tan pecador, Tan mezquino y despreciable, me
admiro con frecuencia de que la tierra no se abra bajo de mis pies para tragarme
a causa de mis grandes pecados, que no me dejarían esperar más que castigos, si
Vos no fueseis tan misericordioso. ¡Tened piedad, tened piedad de mí, Señor!
¿No sois omnipotente para curarme?, ¿Vos, que sois el remedio soberano de todos
mis males? Yo espero que nuestro divino Corazón sea para mí una fuente
inagotable de misericordia.
Yo os amo, y quiero amaros sobre todas las cosas, y con todas mis fuerzas y
potencias; detestando todo pecado, y esperando que, puesto que soy todo
vuestro, por haberle dado la vida en la cruz, a costa de tantos dolores,
tendréis piedad de mi flaqueza y miseria, y no permitiréis que me pierda.
Bien veis, Señor, que yo no tengo con que pagaros; consiento en que me
arrojéis a una prisión, con tal que ella se vea en vuestro Sagrado Corazón; y
cuando yo esté allí, tenedme bien cautivo, ligado con las cadenas de vuestro amor,
hasta que os haya pagado todo lo que os debo; y como esto no lo podré hacer
jamás, así también, deseo no salir nunca de esa prisión. Amén.
ORACIÓN.
¡Salve,
gloriosa Margarita María! Nosotros te reverenciamos en
aquellos instantes solemnes, en que por tercera vez el Señor se te aparece, y
descubriéndote su corazón te dice: He aquí este Corazón que tanto ha amado a
los hombres, y en cambio no recibe de la mayor parte de ellos, más que
ingratitudes. Dígnate, como te lo suplicamos, obtenernos el que no seamos del
número de los ingratos al amor de Jesús, sino antes al contrario encendidos en
su caridad, alcancemos aquella gracia que te prometió dar para la vida eterna a
sus devotos: el escribir el nombre de ellos en su Santísimo Corazón, y no
borrarlo nunca de allí. Amén.
(LA PETICIÓN.)
—Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.
MÁXIMA DE LA SANTA.
Hacedlo todo por amor, en el amor y para el amor; porque
él es quien da valor a todo.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.
OREMOS.
Señor mío Jesucristo, que revelaste maravillosamente las investigables
riquezas de tu Corazón, a la Bienaventurada Virgen Margarita; concédenos por
sus méritos e imitación, que, amándote en todo, y sobre todo, merezcamos
habitar perpetuamente en ese tu divino Corazón. Que vives y reinas con Dios
Padre, en la Unidad del Espíritu Santo Dios, por todos los siglos de los
siglos. Amén.
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