martes, 24 de noviembre de 2020

SANTAS FLORA y MARIA, Vírgenes y Mártires (+ 851). —24 de noviembre.


 

   Flora era mahometana por nacimiento, ya que su padre profesaba esa religión, pero había sido educada secretamente en la fe cristiana por su madre.

  

 


   Cuando Abderramán II reinaba en Córdoba, el propio hermano de la santa la acusó ante el juez de ser cristiana. El magistrado la mandó azotar brutalmente. En seguida, la entregó a su hermano para que éste se encargase de hacerla abjurar. Al cabo de algún tiempo, Flora consiguió escapar y se refugió en casa de su hermana, donde permaneció oculta. Un día, se aventuró a volver a Córdoba y fue a orar públicamente en la iglesia del mártir San Acisclo. Ahí encontró a María, que era hermana de un diácono martirizado hacía poco. Ambas decidieron entregarse juntas al magistrado. Este mandó que las encarcelasen y que sólo dejasen entrar a la prisión a las mujeres de mala vida. San Eulogio, que estaba entonces en otra prisión, les escribió exhortándolas al martirio. En su carta les explicaba que la infamia involuntaria no manchaba el alma y que la esperanza de cosas mejores debía mantenerlas firmes en su resolución. Las dos jóvenes fueron decapitadas juntas. Antes de morir, suplicaron a Dios que concediese la libertad a Eulogio y a otros cristianos. Así sucedió una semana más tarde.

 

 


 

   Estas mártires españolas pertenecen al grupo de aquellos de los que no sabemos más que lo que cuenta San Eulogio. El relato del santo puede verse en Migne, PL., voi. Cxv, ce. 835-845.

 

VIDAS DE LOS SANTOS

DE BUTLER—  1965


No hay comentarios.:

Publicar un comentario