—En Jerusalén,
la fiesta de san Esteban, primer mártir, el cual fué apedreado por los judíos
poco tiempo después de la ascensión del Señor.
—En
Roma, san Marino, del orden senatorio, el que, habiendo sido arrestado a causa de
la religión cristiana, bajo el emperador Carino (Numeriano) y el prefecto
Marciano, fué castigado, como los esclavos, con el suplicio del potro y de las
uñas de hierro, y después echado en una paila candente; pero quedó, ileso,
habiéndose convertido el fuego en rocío refrigerante. También le presentaron a
las fieras, que no le hicieron daño alguno. En fin, conducido segunda vez al
altar, y derribados los ídolos con la eficacia de su oración, consiguió el
triunfo del martirio bajo los filos de la espada.
—También
en Roma en la vía Apia, la muerte de san Dionisio, papa, quien, habiendo
trabajado mucho por la Iglesia, se hizo célebre por sus instrucciones religiosas.
—En
el mismo lugar, san Zósimo, papa y confesor.
—En Mesopotamia, san Arquélao,
obispo, célebre por su santidad y doctrina.
—En Mayuma, san Zenon, obispo.
—En Roma, san Teodoro,
mansionario de la iglesia de San Pedro, del cual hace mención el papa san Gregorio.
—En Brabante, el venerable Daniel
de Villiers, del órden Cisterciense, mayordomo de su monasterio.
—En
Antioquía, los santos mártires Menandro y otros dos.
—En Espoleto, santa Abundancia,
virgen.
—En Tuam en Irlanda, san Jarlateo,
obispo de dicho lugar.
—En este mismo dia, san Juan el
Misogine, venerado particularmente por los Etíopes.
—En
la isla de Acrida, en las costas de Bitinia, el tránsito de san Eutimio de
Sardes, mártir.
Sacado de AÑO CRISTIANO POR EL P. J. CROISSET, de la
Compañía de Jesús. Traducido del francés, por el P. J. F. DE ISLA, de la misma
compañía. Año 1864.
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