—La conmemoración de
SANTA MARÍA DE LA VICTORIA, en el mismo día, que el papa san Pio V mandó
celebrar todos los años por la esclarecida victoria que en este día por la
intercesión de la Madre de Dios alcanzó la armada de los cristianos contra los
turcos. Gregorio XIII ordenó por la misma causa que se celebrase todos los años
la solemnidad del Rosario de la misma Virgen María en la primera dominica de
este mes.
—La dichosa
muerte de san Marcos, papa y confesor, en Roma en la vía Aldeana o Ardeatina.
—Los santos mártires
Sergio y Baco, nobles romanos, en la provincia llamada Augusta Eufratesia (Comagenes
o Asar, junto al rio Éufrates), en tiempo del emperador Maximiano; Baco fue azotado
con nervios de buey hasta que despedazado todo su cuerpo espiró en este
tormento confesando a Jesucristo. A Sergio, después de calzarle unas botas
guarnecidas de escarpias, como permaneciese constante en la fe, le mandaron por
fin degollar. El lugar donde está sepultado se llama de su nombre Sergiopolis
(según lo mandó el emperador Justiniano, por respeto a sus reliquias); y con
motivo de los extraordinarios milagros que allí se obran, es honrado con gran
concurso de Cristianos. Son Santos titulares de una iglesia en Roma, que es título
de diácono cardenal, la cual el papa Gregorio III reparó y acrecentó).
—Los santos mártires
Marcelo y Apuleyo, en Roma; los cuales primero fueron discípulos de
Simón Mago; después, viendo las maravillas que obraba Dios por medio del
apóstol san Pedro, abandonando a su maestro abrazaron la doctrina apostólica; y
después del martirio de los Apóstoles, en tiempo del cónsul Aureliano,
alcanzaron la palma del martirio, y fueron sepultados no lejos de Roma.
—Santa Julia, virgen,
igualmente en Augusta Eufratesia, la cual fue martirizada en tiempo del
presidente Marciano. (Algunos
creen que murió juntamente con los santos Sergio y Baco).
—Santa Justina, virgen y
mártir, en Padua; la cual habiendo sido bautizada por san
Prosdocimo, discípulo de san Pedro, como permaneciese constante en la fe,
habiéndola traspasado con una espada por sentencia del presidente Máximo, voló
al Señor. (Fortunato
la coloca entre las Santas vírgenes más ilustres, cuya santidad y cuyos
triunfos adornaron y edificaron la Iglesia. El templo que en Padua tiene erigido
en honor suyo, y en el cual se guardan sus preciosas reliquias, es uno de los
modelos de arquitectura más acabados del mundo. Esta Santa es después de san
Marcos patrona de Venecia, y su imagen se halla estampada en cuño. El Senado de
esta república le hacia una solemne procesión tal día como hoy, en hacimiento
de gracias por la victoria de Lepanto contra los turcos, en el mismo en que se
guardaba su festividad).
—San Augusto, presbítero
y confesor, en Bourges. (Estaba
este Santo tan tullido de manos y pies, que no podía trasladarse de un lugar a
otro sino arrastrándose sobre los codos y las rodillas. Al cabo de algunos
años, con el producto de las limosnas que de la pública compasión había
recibido para auxiliarse asi mismo, hizo edificar una capilla en honor de san
Martin, en el pueblo de Brices, territorio de Berri, y Dios recompensó su
piedad dando movimiento a sus miembros paralizados. Reconocido Augusto a tan
singular beneficio, resolvió desde luego pasar el resto de su vida en los
ejercicios de piedad, juntándosele algunos discípulos. Más adelante Probiano,
obispo de Bourges, le confirió los sagrados órdenes, y le nombró abad de San
Sinforiano, situado cerca de aquella ciudad, donde murió por los años de 560).
—San Elano, presbítero,
en una aldea junto a Reims.
—Y en otras partes se
hace la fiesta y la conmemoración de otros muchos santos Mártires, Confesores y
santas Vírgenes.
Alabado y glorificado sea
Dios eternamente.
AÑO CRISTIANO
POR EL P. J. CROISSET, de la Compañía
de Jesús. (1864).
Traducido del francés. Por el P. J. F.
de ISLA, de la misma Compañía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario